miércoles, 13 de marzo de 2019

D.E.P. MARTÍN CHIRINO: SU OBRA EN MASPALOMAS.


Por Pedro J. Franco López.

Desde los inicios de la industria turística "Maspalomas Costa Canaria", tuvimos en Maspalomas dos obras de Martín Chirino, de las más representativas de sus series: "Viento" y "Mediterránea".  


Descanse en Paz el insigne y célebre Martín Chirino López; "currante" del arte y la escultura; era como los grandes actores que no permiten que les doblen en las escenas difíciles o peligrosas; Martín Chirino era quién cogía el martillo y forjaba sus esculturas al calor de la fragua y doblegaba a golpes de martillo en el yunque.

Nos ha dejado y quedará para la posteridad en la memoria de futuras generaciones como el más cosmopolita de los artistas canarios de los siglos XX y XXI. A lo largo de su carrera expuso regularmente en las principales capitales culturales del mundo y en sus salas o espacios de más prestigio.

Desde el minuto cero de la zona turística "Maspalomas Costa Canaria", estuvo presente en Maspalomas, con la escultura "El Viento -Homenaje a las Islas", obra en espiral de de 2,- mt. x 1,90 mt. que fue instalada la entrada principal del Hotel Folías (San agustín-Maspalomas), que se inauguró en 1965.

Esta obra, junto a otras tres de Manolo Millares, Pepe Dámaso y César Manrique fueron expuestas en la Sala Módulo de la Plaza de Cairasco de Las Palmas de Gran Canaria en exposición denominada: "4 Obras de Arte para el Hotel Folías".

A mitad del año 1968 fue cuando se instaló en el Hotel Maspalomas Oasis la obra "Mediterránea-I", adquirida por Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna, actual Conde de la Vega Grande de Guadalupe se instala en los jardines del Hotel, hasta que éste cambio de propietario.


La obra "Mediterránea-I, la concibió Martín Chirino en color rojo vivo, su color preferido en la época de finales de los años 60, de chapa de acero soldada, pintada al duco y restaurada posteriormente, bajo la dirección del propio escultor, incorporando acero cortén reforzado, pertenece a la serie del mismo nombre que inicia por influencias de su viaje de dos meses a Grecia en 1964.

Al desalojarla del Hotel Maspalomas Oasis, es cuando se traslada a las instalaciones del Campo de Golf de Maspalomas y, más tarde (en septiembre de 1988), por iniciativa de la empresa “Elmasa”, del grupo Castillo, continúa su periplo, hasta quedar colocada en la autopista GC-1, a la altura de la zona de Las Burras, por entenderse que allí iba a tener una mayor vistosidad.

Siempre agradeceré profundamente el gesto de los promotores de este último traslado: Gaspar Ponte y Chano Ravelo, director-gerente y ejecutivo de la empresa “Elmasa”, respectivamente,  cuando me obsequiaron un dossier de fotos y prensa de los trabajos de traslado e instalación. 

Para dar a entender la importancia de “Mediterránea-I”, baste decir que su autor, Martín Chirino, la valoró y tuvo en estima por ser referente de la época en que la creó (inicio de su etapa en solitario) y que fue elegida por él mismo para incluirla, con otras tres de sus esculturas más emblemáticas, en la exposición que se organizó en la calle Triana en 2011, con motivo de una de las acciones más espectaculares que se llevaron a cabo, para apoyar la candidatura a Capital Cultural Europea 2016 de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

viernes, 8 de marzo de 2019

CARMEN SEVILLA CON EL LIBRO "MASPALOMAS: EL CARNAVAL"

EL LIBRO "MASPALOMAS: EL CARNAVAL", con 880 documentos gráficos y textos en Español, Inglés y Alemán, está considerado como una excelente herramienta de Promoción Turística.

En su momento, se utilizó como Obsequio de Regalo por los departamentos de Protocolo del Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.

miércoles, 6 de marzo de 2019

CÉSAR MANRIQUE EN EL CARNAVAL DE MASPALOMAS

Por Pedro José Franco López

Autor del Libro: "MASPALOMAS: EL CARNAVAL



En el "Año de César", en el que se conmemorara el Centenario del nacimiento de César Manrique (24 de abril (1919/2019), rescatamos la foto tomada en las inmediaciones del Parque Tropical de Playa del Inglés-Maspalomas, momentos antes que se diera el pistoletazo de salida a la Cabalgata del Carnaval de Maspalomas/1986.

En la foto publicada como entrada del apartado de "Disfraces" del Libro "Maspalomas: El Carnaval", aparece César Manrique acompañado de Pepe Dámaso, en animada cháchara con "Fidel Castro" y "Ronald Reagan".

martes, 5 de marzo de 2019

EL CARNAVAL, VISTO POR PANCHO GUERRA - I

Por Pedro J. Franco López.

Compendio de las andanzas carnavaleras de Pepe Monagas.



Por Carnavales, recurrimos a aquella modesta publicación de las Obras Completas de Pancho Guerra, que editara en 1976 el Plan Cultural de la Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. 

Aquella edición, dirigida por Agustín Millares Carló, (ahora mismo, de coleccionistas) constaba de cuatro tomos, dibujos de Felo Monzón, Eduardo Creagh y Eduardo Millares (Chó-Juaá), y fueron apareciendo entre los ejercicios de 1976 a 1978.

Como no podía ser menos, Pancho Guerra, "El más alto representante de la literatura popular canaria de todos los tiempos”, como se le denomina en el documento de Yolanda Arencibia: “Pancho Guerra o el amor a lo propio”, también dedicó su pluma a la más popular de las fiestas canarias: El Carnaval y, para ello como siempre, echa mano de su personaje de ficción: Pepe Monagas.

Y, como las fechas mandan, nos hacemos eco de dos historietas relacionadas con el Carnaval:  "De cuando Pepe Monagas le destupió el "vate colose" a un inglés en Lunes de Carnaval" y "De cuando Pepe Monagas se disfrazó".

En esta entrada de Blog nos vamos a referir a la primera de ellas:


"De cuando Pepe Monagas le destupió el "vate colose" a un inglés en Lunes de Carnaval"



En esta historieta, Pepe Monagas empieza a "turistear" e "internacionalizarse", haciendo alusión al turismo inglés, decía así hablando de la Fiesta:

"aquello era el disloque, sin exagerar tanto así (...) la batahola callejera, que llevaba y traía mareas de gente ensabanada, o vestida con camisones de dormir del tiempo del Pendón y rengues de esos baúles llenos de maripositas que hay en los cuartillos de la azoteas de cada casa, solía aparecer de pronto el grupo de templarios de buen humor, que se ataviaba con los trapos más absurdos de este mundo y los elementos más imprevistos: collares de ajos y cebollas, calabazas, ratones atados y decorando un sombrero antiguo de señora, jaulas con un báifo dentro... que pegaban a pizquiar a la prima noche del sábado y ya no soltaban la chispa hasta el Miércoles de Ceniza, después de las doce dadas por la Catedral. ".

 Y, en el desarrollo de la historia, nos cuenta que: Cierto lunes de Carnaval, estando Monagas metido en farra hasta las mismas corvas, pasó algo en cierta casa inglesa de la localidad, que le interrumpió a mi compadre el tenderete y que dio ocasión a uno de sus mejores golpes.

Resulta de ser que se le tupió el excusado, retrete o "vate colose", como decía Pepe cuando se ponía fino, a un inglés radicado en la ínsula y bien agarrado a ella por su boda, sus negocios y el gusto que le cogió al temple propio de nuestro clima. Las criadas metieron unos palos, alguna verguilla torcida y tal, jurgaron y nada. Trancado, como si de tunos se tratara. Pegó a correr el mal olor y a invadir la casa, que hasta una criada bobona de la cumbre que tenía lo notó. Y ello ya era el colmo de la "apeste", como la sirvienta decía con la nariz como una papa de riñón:

-Sale ousté a la calie e busca oun hombri qui sepa elli destoupigrrr la retretou-, ordenó el Míster a una sirvienta, que era del Risco ella.

Se tropezó a los diez pasos con mi compadre, que pasaba con un requinto atravesado, los ojos en blanco y un gusto de juerga en la boca como un lamedor. Ella sabía que Pepito era bien amañado y le habló

¿Qué dises tú? ¿Hoy, lunes de Casnaváa, y como yo estoy a limpiá retretes...? ¡Tú te has jas vuerto loca?

Ande, cristiano, no sea majaero, y se gana unas perritas, mire que es ca ingleses...

Monagas se animó, fue, jurgó, metió manos, largó agua, volvió a jurgar... y al fin jaló por la cadena y el agua corrió que daba gusto. Se lavó y tal.

¿Couanto esss...? preguntó el inglés. -Pos...-Monagas se rascó el cogote-. Deme estooo... deme siete duros y no tiene naa que desüi...

Whot?, resolló el míster pegado a la pared. Y es que eran siete duros de entonces-. ¿Y disa ousté que yo no tieni nagda que desiiir. Eso es moucho carrísimo, absoloutamenti.

Monagas se picó: ¿Cuálo dise usté...?; luego cogió calma y dijo, para justificar debidamente el precio:

Es que usté no se jase cargo, miste, que hoy es lune de Casnaváa, y que ésa, dispensando el móo de señalar, era caca inglesa?.