Pedro José Franco López
Técnico en Patrimonio Histórico y Cultural
Por ser noticia en estos días todo lo relacionado con
los Kioscos de las Playas de Maspalomas, debido a una nueva adjudicación y
nuevo modelo, según parece, al más puro minimalista, creo es el momento de
desempolvar el obsequio que me hiciera en su momento el célebre acuarelista
Pedro del Castillo Olivares y que consistía en unas Acuarelas con una propuesta
de Chiringuito para las playas de Maspalomas. Propuestas utópicas a más no
poder, pero que tienen su encanto artístico; a una de las propuestas la calificaba
de “Tipo: Restaurante-Bar” y a la otra de: “tipo: Bar-Cafetería.
Eran en forma de duna, con grandes
cristaleras y terrazas al mar y a La Charca y las Dunas; los accesos desde el
mar y, desde la arena se proponían a través de pasarelas, pues los ubicaba
dentro de una charca plagada de juncos y peces de colores. Estas propuestas a
pesar de ser tan fantasiosas y utópicas, las realizó del Castillo Olivares
coincidiendo con el derribo de los mastodónticos restaurantes que habían y que
tuvieron lugar en abril de 1988.
El derribo de aquellos chiringuitos,
que podemos apreciar en instantáneas creo que de Foto Franco, pués no
disponemos de la foto física, fue mediático a nivel nacional y, según la prensa
de la fecha, hubo de todo: incluso bombas de humo a propietarios-adjudicatarios
amotinados, por parte de la Policía Nacional.
Como ya comentábamos antes no eran
Chiringuitos o Kioscos como los que vemos hoy en día, al no estar
definitivamente consolidado el Centro Comercial Anexo II, suplían la falta de estos
servicios y eran auténticos y mastodónticos Restaurantes en toda regla y, según
el Ayuntamiento “sin los servicios
sanitarios adecuados mínimos”.
Desde esa fecha a hoy, hemos podido
ver modelos de Kioscos de lo historias que no vienen a cuento y, modelos de lo
más variopintos, por ejemplo: el Bar del Club Deportivo sito frente a la
Iglesia Parroquial de San Fernando, fue un Kiosco piloto para las Playas de
Maspalomas que construyó, una Asociación de empresarios tan sólo para ofertarlo
al Ayuntamiento y que escapó de la pala del tractor, cediéndosele al Club
Deportivo Maspalomas para su uso.