Publicado
por el Periódico “La Provincia” el miércoles, día 3 de diciembre de 2014.
Por Pedro José Franco López
Técnico en Patrimonio
Histórico y Cultural.
Espaldarazo promocional a la urbanización Playa del
Inglés y a la joya arquitectónica del Templo Ecuménico.

Y es que, independiente de la retransmisión de la
Santa Misa (que servirá para dar a conocer la joya arquitectónica más
vanguardista de Maspalomas: “El Templo Ecuménico”), será de un gran impacto
promocional los reportajes promocionales de doce minutos de duración que se
emitirán sobre la zona de cumbre del Municipio de San Bartolomé de Tirajana y
de sus costas: zona turística Maspalomas Costa Canaria. Al mismo tiempo también
servirá para dar un gran espaldarazo a la Coral de Maspalomas, en su 25
aniversario que, de la mano del incansable Francisco Brazuelos, actuará en el
transcurso de las Misas.
La Coral de Maspalomas, nace en el año 1989 de la mano
del incansable y perseverante Francisco Brazuelo y le viene como anillo al dedo
esta actuación en un templo interconfesional, porque si algo se distingue es
por haber tenido entre sus miembros componentes procedentes de distintas
nacionalidades, y naturalmente del territorio nacional español, siendo su
mayoría canarios y del propio municipio tirajanero.
Y debemos congratularnos todos, pues este impacto
promocional y publicitario viene a compensar los esfuerzos de los últimos
tiempos por parte de las administraciones, llevando a cabo acciones tanto
tiempo deseadas y demandadas, como: humanizar espacios urbanos, peatonalizar
algunas calles, acondicionar miradores, crear bulevares, erradicar algunos de
los puntos negros que demonizaban la zona (aún quedan algunos por acometer),
etc.
Sin olvidar los esfuerzos y el ingenio emprendedor que
han tenido algunos empresarios al rehabilitar, renovar y adecuar a los nuevos
tiempos y demandas edificios e infraestructuras obsoletas, que si bien en los
años 70 cumplieron con lo que se pretendía de ellas, en la actualidad no
cubrían las exigencias del turista del s. XXI.
El Templo Ecuménico “El Salvador”
La difusión que va a tener a nivel
nacional el Templo Ecuménico servirá sin duda para que, de una vez por todas,
tenga el reconocimiento nacional que se merece y que bien podría aprovecharse
la coyuntura para que sea incoado el expediente de BIC –Bien de Interés
Cultural- por los sobradísimos méritos de todos conocidos.
Por mucho que se diga y escriba, nunca va
a ser lo suficiente para exaltar y agradecer el legado que nos deja en
Maspalomas el arquitecto Manuel de la Peña Suárez con la obra de El Templo
Ecuménico y de permanecer intactas su esencia: Los Restaurantes “La Rotonda” y
“El Abanico”, la Iglesia y el Poblado de San Fernando, las Rotonditas, el Hotel
Maspalomas Oasis, Bungalows “Los Caracoles”, etc. no cabe la menor duda que
Maspalomas hoy hubiera sido un centro internacional dónde estudiar la
arquitectura moderna que afloraba por mitad del s.XX en Canarias y España,
además del patrimonio cultural de “excepcional valor” que significaban cada una
de ellas.
La motivación primera para edificar un
templo en Playa del Inglés se debía al “boom” turístico de mitad de la década
de los años sesenta del siglo pasado. Al promotor Don Alejandro del Castillo y
Bravo de Laguna, conde de la Vega Grande de Guadalupe, le resultaba caótica la
masiva asistencia de fieles a la Iglesia de San Fernando de Maspalomas, que los
fines de semana desbordaba el templo y se extendían por la plaza adjunta y el
Obispo de la Diócesis de Canarias, Monseñor Infantes Florido veía necesario
atender las necesidades religiosas de los extranjeros que pasaban sus
vacaciones en Maspalomas, al que pretendía darle un carácter ecuménico y, por
ende, internacional, como la zona turística dónde se implantaba..
Por lo que resultó fácil que se aunaran
los criterios entre ambos, el Condado de la Vega Grande aporta el terreno y
asume el coste de la construcción y asigna el diseño y ejecución de la obra al
arquitecto del proyecto Maspalomas Costa Canaria: Manuel de la Peña Suárez que
será asistido por el aparejador Ulises Medina Hernández; ofreciéndolo una vez
concluido a la Diócesis de Canarias.
La edificación, que se inició en 1968 y
culminó en el año 1971, resultó ser un edificio de singular arquitectura y se
convierte automáticamente en el icono incuestionable y centro neurálgico de la
zona de Playa del Inglés.

Aquella tarde de hace 43 años asistieron
al acto del Templo Ecuménico el Obispo Monseñor Infantes Florido, el Cardenal
Monseñor Johannes Willebrands (Presidente emérito del Pontificio Consejo para
la Unidad de los Cristianos) el conde de la Vega Grande, Don Alejandro del
Castillo y del Castillo y sus hijos Don Alejandro y Don Pedro.
Además, les acompañaban el
párroco de los pueblos del Tablero y Maspalomas Rvdo. Manuel Montesdeoca
Hernández, así como el arquitecto Manuel de la Peña Suárez y los artistas José
Abad y Juan Antonio Giraldo, artífices de la verja de hierro y de las vidrieras
del templo, respectivamente.
Y
por si no fuera poco el simbolismo de la asistencia del Cardenal
Willebrands, también estuvieron presentes los pastores de las iglesias
anglicana, luterana, sueca, filandesa y alemana.
En el transcurso de estos 43
años, el Templo Ecuménico ha cumplido la función de ser el centro donde se celebran cultos de diversas
confesiones cristianas de Europa, atendiendo tanto a los feligreses extranjeros
residentes en Gran Canaria, como a los que disfrutan de una estancia vacacional
en nuestra isla, más concretamente en Maspalomas, que además aprovechan para
unirse en oración y proponer puestas en común de inquietudes y trabajos por la
Unidad Cristiana.
El propio edificio del templo, resulta una bóveda “abocinada” que semeja una “proa de nave
invertida” con las cuadernas al descubierto a fin de simbolizar “la nave
salvadora que unirá a todos los cristianos”, representando a la Iglesia que
conduce a la plenitud del Reino. Manuel de la Peña tuvo exquisito y riguroso cuidado
en que los elementos simbólicos de los que está plagado, no se identificaran
con ninguna confesión en particular.
La Verja de hierro, obra del artista José Abad, que en la fachada principal
alcanza los 14 mts. de altura se prolonga por todo el Templo en laterales y
gran parte del perímetro del patio interior sumando unos 335 mt.; compuesta por
innumerables tubos rotos de un órgano, simboliza “la armonía rota de la Iglesia que espera el día de la Unidad”.
Las Vidrieras, hermosa obra de Juan Antonio Giraldo, la inmensa y omnipresente del
retablo principal del templo representa a “Cristo: luz y centro del
Universo” y las de la
capilla católica que la convierten en un magno Sagrario, representa “la Cena del Señor”.
La roca que hace de altar. El altar, en la nave principal, roca de
11 toneladas que representa a Cristo según lo definió San Pablo en su Primero
epístola a los Corintios “La roca era Cristo”.
Como curiosidad, comentar que esta inmensa roca hubo
de ser colocada en el exacto lugar y por razones obvias, antes de iniciarse los
trabajos del edificio o cúpula del Templo.
El monolito del atrio. La esbelto motivo escultórico que nos recibe nada más
llegar al templo representa “la firmeza y profundidad de la fe en Cristo”.
Y un sinfín de elementos que se
encuentran tanto en la nave principal del templo, como en la capilla católica;
desde el Cristo al Sagrario y hasta el mismísimo atril del Evangelio, todo ello
diseñado por el ingenio artístico y creador de Manuel de la Peña.
Dejamos para el final el óleo anónimo de “Nuestra
Señora de San Salvador”, ubicado en la Capilla;
datado entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, pintura barroca
sevillana con claras reminiscencias murillescas,
La procedencia de esta tela está en una colección particular en Sevilla,
que la donó al Obispo Monseñor Infantes Florido y éste a su vez, la cedió al
Templo Ecuménico. Dada su importancia artística, formó parte de la Magna Exposición “La Huella y la Senda”
organizada con motivo del VI Centenario de la fundación de la Diócesis de
Canarias.
La Cripta. Una de las
curiosidades que encierra el Templo Ecuménico es que en sus sótanos se ha
ubicado una Cripta que, como su propia
palabra indica es un lugar subterráneo que se utiliza para enterrar a los
muertos y en principio estaba concebida como mausoleo de la familia condal,
aunque a fecha de hoy no existe ningún enterramiento en ella.
Esta
Cripta, de 333,37 m2.,a decir verdad, es una reubicación de un mausoleo que el
condado tenía en una finca de su propiedad en la Vega de San José, frente al
Cementerio de Vegueta y que hubo de ser desmontado durante la reordenación
urbanística de esa parte de la ciudad. Así que, numerados y desmontados los
sillares de cantería de 1,- x 0,50 x 0,42 cms. de alto, se trasladaron hasta
Maspalomas y se reconstruyó fielmente, pasando a formar parte de la estructura
y simbología del Templo.
Finalmente,
y como valor añadido a todo lo dicho, engrandece al Templo la declaración en su
conjunto como “Excelente del
Turismo” en su edición del año 2002: “Por aglutinar en su encomiable labor
religiosa, social y cultural a los turistas en general que visitan Maspalomas y
por ser un lugar donde conviven en armonía y tolerancia prácticamente todas las
Iglesias oficiales y libres de Europa” y “Porque sin perder ni sacrificar
en el transcurso de ninguno de sus aspectos esenciales, se ha convertido en la
seña de identidad y el principal punto de referencia de la zona más
internacionalmente conocida de Maspalomas: Playa del Inglés”. Méritos
que también se extendían a todos los rectores, párrocos y pastores que hubiera tenido
el Templo Ecuménico desde sus inicios, así como a las monjas pertenecientes a distintas
comunidades religiosas que lo han atendido con tanto mimo, haciéndose mención
específica al Rector del Templo Ecuménico por aquellas fechas Rvdo. Jesús Marques
Martín-Cerezo que “ha sabido impregnarle el valor espiritual y relieve internacional que
posee”.
Esperamos que con esto se haya conocido algo más este Monumento
Histórico y Artístico y también Social y Religioso (sin reconocimiento oficial)
al que, jamás de los jamases, los que lo concibieron se lo imaginaron escoltado
por la agresividad más dura de tres centros comerciales y los paneles
publicitarios que ocultan y aplastan su efecto visual y panorámico. Y que de
epicentro de nuestra zona turística lo han convertido en icono del antro de más
renombre.
Aún así y como quiera que Maspalomas no cuenta, ni
creo que vaya a pasar en breve, con ninguna obra de Calatrava, Le Corbusier o
Kisho Kurokawa, la obra arquitectónica más llamativa, original y atrevida de
Maspalomas es la “nave invertida” del Templo Ecuménico “El Salvador”.