jueves, 25 de marzo de 2021

D.E.P. don PEDRO EUGENIO MORENO; EL GRAN "XAYO"

 Por Pedro José Franco López


Descanse en Paz, Don Pedro Eugenio Moreno -el Gran "Xayo"; nos ha dejado otro de los grandes y otro de los míticos e históricos de la escena, el espectáculo y, no sólo de Gran Canaria, sino de toda Canarias y Península.

No se nos ocurre otra forma de llamarlo hoy sino "currante"; así, literalmente, no paró ni un instante en los últimos cuarenta y cinco años y, por eso, le debe mucho el mundo -y el mundillo- del espectáculo. No sabríamos distinguir dónde empieza y termina el hombre-espectáculo, el hombre-reivindicativo, el solidario... en suma: la persona.

Como todos -o casi todos- los transformistas canarios, su carrera se inició en los Clubs y Salas de Fiestas de Las Palmas de Gran Canaria, pero qué duda cabe, que se consolidó y desarrolló en la dorada época de las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, en la zona turística Maspalomas Costa Canaria.

Así lo certifica su biografía, en estos días se irá desarrollando-, cuando dice_: "...el transformista y humorista canario Xayo inició su carrera en 1977, en que se sube por primera vez a los escenarios de la capital y del sur grancanario".

Aún resuenan en los pasillos del sótano del escenario del Yumbo-Center, aquella voz "fuerte, bronca y cascada", cuando me saludaba: "Hola tocayo!!!" -su nombre de pila es Pedro-.

En el Carnaval de Maspalomas/2002 (dedicado a "Cuba: el pueblo y su gente"), fue el Notario y Testamentario de la Sardina, con un Testamento "todo-Xayo", que no dejó indiferente nadie. Además, como figura estelar actuó en los espectáculos ó Galas de varios de los Carnavales de Maspalomas, dónde se sentía muy cómodo -cómo en casa-, que lo fue desde la época tardo-franquista.


En las fotos que adjuntamos figura en la Carroza de la Sardina de 2002, con Testamento en mano y, escoltado por dos históricos también del Carnaval de Maspalomas: Cristóbal Rodríguez (izquierda) -D.E.P.- y Juan Acosta González que, junto a sus hermanos Chano y Manolo, se dejaron la piel en los inicios de la vida y obra de la Sardina maspalomera.