María del Carmen Benítez de Lugo
destacaba por su Mecenazgo en los ámbitos Culturales y Artísticos y, sobretodo,
por su Solidaridad con los más necesitados.
Por Pedro J. Franco López
Nos ha dejado la Sra. Doña María del Carmen
Benítez de Lugo y Massieu, condesa de la Vega Grande, pués
era la esposa del Iltre. Sr. Don Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna -IX
Conde de la Vega Grande de Guadalupe; hija de Don Luis Juan Francisco
Benítez de Lugo y Ascanio, IX marqués de la Florida,
y de la Sra. María del Rosario
Massieu y Fernández del Campo, III marquesa
de Arucas y, tuvo cinco hijos: Alejandro; Iván, Fernando, María del
Carmen y Patricia. Y, desde ya queremos dejar constancia también de nuestro
sentido pésame a su esposo, hijos, nietos y demás familia.
Hasta
aquí lo que figurará a partir de hoy en la Biografía y las reseñas Sociales e
Históricas de tan excelsa señora; y ahora vamos a adentrarnos en los numerables valores que
tenía y al gran hueco que deja su partida, tan difícil de llenar, en la ciudad
de Las Palmas de Gran Canaria, en la Isla de Gran Canaria en general, y, cómo no, de manera particular, en el pueblo
y la zona turística de Maspalomas.
La
casualidad ha hecho la mala jugada de hacer coincidir estos momentos, con un año
que tenía que haber sido de celebración, no en vano en 2017 se conmemoraba el
240 aniversario de cuando Carlos III, concedió el título nobiliario de Conde de
la Vega Grande de Guadalupe al Fernando Bruno del Castillo
Ruiz de Vergara. Y, hablando de coincidencias, son 40 años que se cumplieron
en 2017, del Condado de Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna (su padre
falleció el 19 de noviembre de 1.976) y, su título se expidió mediante carta de
sucesión de agosto de 1977.
Además
del gran hueco que sabemos deja en el seno de tan numerosa familia, lo deja
también en lo Social, lo Cultural y Artístico y, sobretodo, en el Mecenazgo y
la Solidaridad.
María
del Carmen Benítez de Lugo formó una familia y se "fabricó" un
entorno en el que el trabajo y el arte, lo humano y lo divino, lo noble y lo
popular, el mecenazgo al que se debía, por su procedencia y estatus y, la
solidaridad a la que se entregaba en cuerpo y alma, con los más débiles y
necesitados, no fueron nunca por caminos dispares; sino al contrario, tenían en
ella un punto en común y siempre contando con el apoyo, la participación y
complicidad de su esposo el IX Conde de la Vega Grande: Alejandro del Castillo
y Bravo de Laguna.
No
estaba atada a los lazos de la nobleza y hacía esfuerzos encomiables para
sacudirse de las ataduras nobiliarias; prueba de ello es que, como mujer a la vez que
tradicional, era moderna y vivía acorde al tiempo en que le tocó vivir, tenía
su perfil totalmente abierto en las redes sociales (Facebook) con un buen
número de "seguidores" de toda clase o índole social. Se explica por
sí solo, aquella frase que pronunciara en una entrevista, en 1994: "La
Solidaridad no es de derechas ni de izquierdas".
Y
es que si en algo sobresalió María del Carmen Benítez de Lugo fué en su
solidaridad con los más débiles y necesitados y, por eso fundó en 1982, con un
grupo de mujeres entusiastas, una Federación Independiente de la Asociación no
gubernamental sin ánimo de lucro "Nuevo Futuro", con la firme
intención de cambiar la situación de niños en situación de riesgo social o
privados de familia. Un compromiso que, treinta y cinco años después sigue
vigente; célebres son las metas alcanzadas en su popular Rastrillo de Navidad
de Nuevo Futuro. Del Rastrillo llegó a decir que "era una especie de punto de
reflexión para una sociedad excesivamente frívola y consumista".
Y
es que de la misma manera que no se arredraba en el trabajo de montar un
Rastrillo Benéfico, le hacía frente al Pregón de las Fiestas de San Juan
Bautista de Arucas o, ejercía de Camarera Mayor de Honor de Nuestra Señora de
los Dolores de Vegueta.
Era
estrecha su relación para con el Pueblo de Maspalomas, por poner un
ejemplo: en la Catedral, cuando la Exposición "La Huella y la Senda",
nos comentaba ante la imagen de San Fernando -el Chico-, lo orgullosa que
estaba de haberlo tenido cómo imagen de cabecera de cama durante mucho tiempo,
hasta que lo legó al pueblo maspalomero.
Además,
entre otras, asistió como madrina y anfitriona a la inauguración del Hotel
Maspalomas Oasis, (este año 2018, cumplirá sus Bodas de Oro); Recepcionó a los
Astronautas del Apolo XI; Inauguró las instalaciones de la Casa-Cuartel de la
Guardia Civil en Maspalomas; el Poblado Americano "Sioux City"; la Guardería
"Los Dados", el Parque de San Fernando y, el primero de los Colegios
de Maspalomas, el conocido como "Maspalomas-I"; y, como no podía ser
de otra manera, asistió a la inauguración del sueño dorado de toda la familia
condal: el Museo Finca Condal de Juan Grande.
En
lo turístico, queda todo de manifiesto si recurrimos a las Cartas-Memoria que
le confeccionaban y dedicaban expresamente, los principales colaboradores de su
esposo Alejandro del Castillo allá por los inicios de la zona turística de
Maspalomas, (años 60 del siglo XX), como Pablo Elola, Manuel de la Peña o la
estrecha relación que llegó a mantener con los primeros inversores suecos, como
Sven Kviborg, miembros de la Compañía SAF, como Eije Mossberg, el Grupo de los
Siete, el cónsul de Suecia de la época, etc.
Finalmente,
reiterar nuestro más sentido pésame a la familia, en especial a su esposo: Don
Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna, a sus hijos: Alejandro; Iván, Fernando, María del Carmen y Patricia; hijos políticos,
nietos y demás familia.
A las personas interesadas indicarles que la familia desea
que las honras fúnebres -el velatorio- sea de carácter privado y, el Funeral
tendrá lugar en la Santa Iglesia Catedral Basílica, de Las Palmas de Gran
Canaria, el próximo jueves, día 11 de enero.