martes, 20 de mayo de 2025

 

FALLECE “JABICOMBÉ”, un amigo del Carnaval de Maspalomas.

Pedro José Franco López


Entre los que organizábamos el Carnaval de Maspalomas a principio de la década de los 90, le recordaremos como un gran colaborador y cómplice

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    Ha fallecido, a los 58 años, el humorista, actor y músico grancanario Javier Santana Díaz, conocido popularmente por su nombre artístico Jabicombé; para siempre va a estar relacionado y recordado como una de las figuras y transgresoras de la comedia de las islas canarias y quedará en la memoria colectiva como el álter ego de la «Barbra Straisend de Schamann».

    Entre los que organizábamos el Carnaval de Maspalomas a principio de la década de los 90, le recordaremos como un gran colaborador y cómplice y lo relacionaremos siempre con los primeros acordes de “O Furtuna” de la ópera “Carmina Burana”, de Carl Orff, que él mismo eligió (me la puso al teléfono desde su casa para que la oyera) como obertura para la Gala de la Reina del Carnaval de Maspalomas de 1991; engrandeció ese momento, el que, finalizados sus acordes, salió al escenario del Yumbo, el presentador de la Gala: el famosísimo profesional de televisión “Joaquín Prats”, con el que el público coreó varias veces durante la Gala aquella famosa coletilla de: ¡¡A Jugar!!, del programa “El Precio Justo”.

    Además, fue “Jabicombé” quién nos propuso que le pusiéramos temática a cada Carnaval y así fue como en 1991, se inició esta tradición, con “Roma”, como propuesta elegida.

    Descansa en Paz, amigo.

miércoles, 17 de julio de 2024

QUERIDO FELUCO: DESCANSA EN PAZ



Hay Noticias que la mente no te deja razonar (Increíble e Inexplicable), pero desgraciadamente cierto. Lo siento muchísimo. Todos perdemos con la marcha de Feluco. Descanse en Paz y vaya mi pesar para su familia.

sábado, 1 de junio de 2024

MI CASA (1951-1957 y 1961)


Mi casa (la de Josefita López y Periquito Franco), estaba Justo frente al actual cuartel de la Guardia Civil. Dónde ahora un edificio de una jartá de plantas.

En las fotos de 1951/1957 y la de 1961, se pueden apreciar las casas de mis vecinos más cercanos: la de Pinito Franco y la de Saturninita.

domingo, 19 de mayo de 2024

EL EQUIPO DE DOMINÓ “COSTA DE MASPALOMAS”, INCONTESTABLE EN LA ISLA DE GRAN CANARIA.

PROCLAMÁNDOSE CAMPEÓN DE LA LIGA INSULAR DE DOMINÓ, POR LO QUE PARTICIPARÁ EN EL CAMPEONATO DE ESPAÑA EN NOVIEMBRE PRÓXIMO EN LA ISLA DE LA PALMA.

Por Pedro José Franco López  
Roque Nublo de Gran Canaria/2020


El Dominó, actividad siempre a caballo entre los que lo denominan como Juego ó Deporte; lo que sí es cierto, es que es una competencia intelectual de primer orden, propicia como casi ninguna otra, para la conexión social, la camaradería, el compañerismo y la amistad.

Mucho hay que hablar del Dominó en Maspalomas, ya que, aunque ahora vive un momento dulce, no ha sido de rosas el camino hasta hoy y hay constancia de la existencia de Clubs, Torneos y Campeonatos desde hace más de treinta años (décadas de los 80 y 90 del s.XX); todo ello sin contar las típicas partidas de Dominó en Bares y Tiendas de Aceite y Vinagre en todo Maspalomas y Cuarterías de aparceros, desde tiempos inmemoriales.

Pero nos vamos a centrar en el hecho último en que el equipo “Costa de Maspalomas”, capitaneado por Roberto Rivero Rodríguez (en la foto: sentados, tercero de izqda. a dcha.), corona la liga insular, celebrada a primeros de este mes de mayo, remontando de manera espectacular al “Santiago Apóstol Gáldar”, en el choque de vuelta de la final de la Liga Insular de Dominó, proclamándose campeón.

Para ello, nos hacemos eco -literalmente-, del artículo que firma Santiago Icígar, redactor de Deportes del periódico “La Provincia/Diario Las Palmas”, el 14 de mayo pasado:

El Costa de Maspalomas remonta y se corona como
campeón de la Liga Insular de Dominó.
 
El cuadro sureño consuma su remontada en la final
ante el Gáldar y se impone en casa, en la vuelta, por 9-3

 

Espectacular remontada del Costa Maspalomas en el choque de vuelta de la final de la Liga Insular de Dominó para proclamarse campeón. Los sureños afrontaban ante el Santiago Apóstol Gáldar la partida de vuelta en casa con una desventaja en el choque de la ida de un 7-5 que les obligaba a ganar por más de dos puntos de diferencia. Finalmente el conjunto de Maspalomas se impondría con un contundente 9-3 que les convierte en los brillantes nuevos campeones; es por este motivo, por el que, el “Costa de Maspalomas”, participará el próximo noviembre en el Campeonato de España de Dominó, que se celebrará en la isla de La Palma.

En la final de consolación destacó la enorme igualdad entre Los Canariones y el San Rafael. El cuadro norteño se impuso en la ida en casa por la mínima (7-5), resultado que le devolvía en la vuelta el equipo del Sur, igualando la eliminatoria. Finalmente el tercer puesto recaería en las manos de los primeros al tener un average más favorable que su rival.

El quinto puesto sería para el RC Victoria, quien tras caer en la ida ante el Socuma Maspalomas por la mínima (7-5), conseguía hacerse fuerte en casa en la partida de vuelta que se saldaría a su favor por un claro 8-4.

El playoff de los aspirantes al título se cerró con la séptima posición del Costa Melenara quien hizo bueno su triunfo ajustado de la ida ante el Ideal Tres (7-5), asegurando el triunfo en la eliminatoria con un empate en la vuelta (6-6).

Sin más, vayan nuestras Enhorabuenas y Felicitaciones a toda la formación del Club “Costa de Maspalomas”, a sus gestores; con el deseo que, junto a los demás equipos de Dominó de Maspalomas, sigan cosechando días de gloria, para nuestro Pueblo.

jueves, 4 de abril de 2024

VERÓNICA RODRÍGUEZ VEGA. PELEÓ CON FUERZA, POR Y PARA VIVIR 99 AÑOS.

 VERÓNICA RODRÍGUEZ VEGA.

PELEÓ CON FUERZA, POR Y PARA VIVIR 99 AÑOS.

 

Por Pedro José Franco López


Nos deja la señora Verónica Rodríguez Vega, a los 99 años de edad y que, cómo pocas, vivió, sufrió y disfrutó aquellos primeros años del siglo XX y, también los esplendorosos primeros de éste siglo XXI, al que le sustrajo todo el jugo y las vivencias que pudo.

Nace en Maspalomas en junio de 1924, en el seno de una de tantas familias entroncadas en la Maspalomas más ancestral: la formada por: Fernando Rodríguez Artiles y Pino Vega Santana, en una vivienda situada dónde hoy, el hotel Las Margaritas; trabajó en una tienda de aceite y vinagre en Buenavista -hoy Bellavista-, hasta que su familia hubo de trasladarse a El Matorral, dónde pasa su infancia y juventud, cultivando tomates con Juliano Bonny, trabajos que continúa realizando una vez de vuelta a Maspalomas.

Contrae matrimonio en la ermita antigua de Maspalomas, con Jesús Guerra Perdomo -procedente de Aldea Blanca- y vuelta al Matorral, dónde sus suegros -que tanto le favorecieron-: Victoriano Guerra y Agustina Perdomo, le construyen a la pareja una vivienda, hecha de piedra y barro.


Duros años aquellos en que tiene siete hijos, de los que hoy en día viven cuatro: Suso, Alfredo, Pino y Olga; que a su vez le alegraron la vida con 11 nietos y una buena tanda de biznietos; convive con la Maspalomas rural y de la labranza y con los primeros pasos hacia una Maspalomas, convertida hoy en un destino turístico de primer orden, no en vano Jesús Guerra, su esposo, ejerció de encargado en las obras de urbanización de Maspalomas Costa Canaria en los años 60 y 70 del siglo pasado.

La tragedia de perder un hijo, que en Verónica se repite hasta en tres ocasiones (Carmen, Ramón y Carmelo), o te derrota de por vida o te imprime un especial carácter; y eso fue lo que hizo la vida con Verónica; las duras adversidades y los sacrificios, le imprimió un carácter fuerte y aguerrido; con el que luchó, para hacer frente a las adversidades que la vida le tenía reservadas.

Verónica se pasó muchísimo tiempo presumiendo de que le ganaba años a la vida; presumía de ser la más vieja del pueblo y, si alguien le ganaba en años, argumentaba que ella era la más vieja, pero “de las que caminaban”; cuando dejó de caminar ligeramente, cogió el taca-taca y, después la silla de ruedas, hasta que tuvo que dejarla también y resignarse a ver discurrir el tiempo desde su casa; pero, eso sí, recibiendo a familiares y amigos y, como dice su hija Pino, dándole a la lengua, la que nunca perdió.

Quién se encargue allá arriba de establecer el orden de partida, se las va a tener que ver con Verónica; pues a nadie se le escapa que se ha ido más rascá que un piojo”, porque tenía ilusión por llegar al siglo de vida y echará de menos el ser homenajeada y las flores y abrazos que tanto le gustaban.


Manifestó a sus hijos, por activa y por pasiva, que quería tener música en su entierro; y así va a ser, revolvieron Roma con Santiago y han logrado que un buen amigo suyo: José Luis, el popular acordeonista de la avda. de Gáldar, le acompañe en su último trayecto terrenal, desde el Tanatorio a la Iglesia y, luego, hasta el cementerio.

Hemos de añadir que con la marcha de Verónica, no se pierde su legado intangible; sus hijos, nietos y biznietos lo custodiarán. Bien que se encargó muy mucho ella de transmitírselos.

Suso, Alfredo, Olga y Pino… nietos y biznietos de Verónica: ahí tienen un claro ejemplo de cómo luchar y de cómo hacerle frente a las adversidades de la vida.

Reciban sus hijos, nietos y demás familia, nuestro más sentido pesar. Su sepelio tendrá lugar hoy viernes (5 de abril), a las 12,- horas, desde el Tanatorio hasta la Parroquia de San Fernando, dónde se celebrará la Misa-funeral y, desde allí al cementerio de Pedrazo.

miércoles, 27 de marzo de 2024

LOS MONUMENTOS DEL JUEVES SANTO LO CONFECCIONABAN LOS JOVENES MASPALOMEROS

Por Pedro José Franco López


LOS ANTIGUOS MONUMENTOS DE JUEVES SANTO, 
EN LA IGLESIA DEL POBLADO DE SAN FERNANDO.



En Semana Santa las discotecas permanecían cerradas a cal y canto; no se abrían hasta las doce en punto de la noche del sábado (cuando, supuestamente resucitó Jesús).

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… de cuando entrabas y salías siete -7- veces al mismo templo, o te ibas un par de veces al del Tablero…”

Que de recuerdos…!!!.

Don Manuel Montesdeoca nos encomendaba el Monumento de Jueves Santo a un grupo de jóvenes del pueblo. Se decoraban con la participación popular. Los vecinos aportaban según podían.

A unos se le pedían las velas (Elefante); otros prestaban los platos de postre para colocarlas y se le pegaba a cada uno de ellos un papelito con el nombre de la persona que lo prestó.

Las familias más pudientes prestaban sus bandejas de plata; otras las sábanas para cubrir los escalones (hechos con cajas de tomate); las flores (calas y azucenas), las enviaba puntualmente el Conde, de la finca de Arguineguín. 

Y, ya culminado, el Jueves Santo por la noche a cumplir con la tradición de las siete -7- visitas; lo normal era entrar y salir siete veces al nuestro, el de la Iglesia de Maspalomas, si aparecía alguien con coche, nos trasladábamos (apiñaos) y, entrábamos y salíamos un par de veces en la Iglesia más próxima (la del Tablero).
 
Lo normal era entrar y salir siete veces al nuestro, el de la Iglesia de Maspalomas, si aparecía alguien con coche, pués entrábamos y salíamos un par de veces en la Iglesia más próxima (la del Tablero). La gente del Tablero hacía lo mismo, a la viceversa, y nos encontrábamos, hablábamos, compartíamos… 
 

La gente del Tablero hacía lo mismo, a la viceversa, y nos encontrábamos, hablábamos, compartíamos… Éramos pueblo...

Ah!!!, lo más importante: lo de ir a visitar los siete Monumentos era "sí o sí", pués no había otra cosa que hacer, las discotecas permanecían cerradas a cal y canto durante la Semana Santa; no se abrían hasta las doce en punto de la noche del sábado (cuando, supuestamente resucitó Jesús) y allí estábamos haciendo cola ante la Discoteca "Las Arenas" esperando que se hicieran las 12,- en punto, para empezar a bailar como locos el "twist" o la "Yenka". Los más afortunados esperaban el lento "Suspicious Mind" de Elvis.

sábado, 23 de marzo de 2024

EL BARRIO DE LAS COLORADAS, “METAMORFOSEADO” POR LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS

 


EL BARRIO DE LAS COLORADAS, “METAMORFOSEADO” 

 POR LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS



Cinco décadas de aquella iniciativa Vecinal:

Solidaria y Reivindicativa.











EL BARRIO

Las Coloradas” es un popular barrio que, administrativamente, pertenece a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, donde se agolpan sus casas terreras, cuya construcción dio comienzo en 1959 y, según reportaje de Elisa Ardoy en La Provincia de -15 de junio de 2009-, unos 120 metros cuadrados de terreno, costaban 12.000.- pesetas (72,12) euros; y se fabricaban a ratitos, entre sancochos, por los propios vecinos y, de manera tan organizada que, para diseñar sus calles, de su propia iniciativa “mandaron a buscar a un maestro que les asesorara”. Era tan fuerte el vínculo de solidaridad que desde siempre existía en el vecindario, que vale como ejemplo lo ocurrido en los inicios de la configuración urbanística del barrio, cuando algunos vecinos llegaron a hipotecar su propia vivienda, para conseguir el dinero que otro necesitaba para construir la suya.

El núcleo de población toma una fisonomía casi rectangular adaptada al terreno sobre el que se levanta. Recibe su nombre de la montaña homónima junto a la que se asienta, , cuya capacidad tiene agotadas toda posibilidad de crecimiento por el relieve donde se ubica; una pequeña meseta casi cuadrangular donde los lados Norte, Oeste y Sur son las rampas de la meseta y el Este es la frontera con el límite de la zona de seguridad -perímetro de la zona militar del Ministerio de Defensa-, que ocupa gran parte del suelo de La Isleta.


Fue a principios de la década de los años 70 del siglo pasado, cuando se puso el foco en la problemática social del barrio de Las Coloradas y lo que se nos mostraba eran escenas, más bien propias de las Hurdes cacereñas y reflejadas en el documental “Tierra sin Pan”, de Luis Buñuel (1933).

Según manifestaciones del colaborador de la Asociación de Cabezas de Familia: Pedro Bolaños; “No teníamos ni agua, ni alcantarillado, ni carreteras”, ni luz eléctrica y nos alumbrábamos con luces de carburo, luego con velas y petróleo hasta que llegó el gas”. Sobre el estado y las condiciones del barrio, añade “Los niños jugaban en las calles de tierra y piedras que se encharcaban cada vez que llovía, íbamos con las barricas de vino a coger agua del mar, que utilizábamos para ducharnos; un burro se utilizaba para la recogida domiciliaria de basuras y un habitáculo prefabricado por los propios vecinos, que hacía de Salón de Actos, de Iglesia y durante la semana de Escuela”, que costearon a base de recogidas de botellas, de papeles y de la propia aportación de cada vecino”.

Sin embargo, no era “Las Coloradas” el clásico barrio de suburbios o de chabolas, de niños sucios y harapientos; nada de eso; era un barrio en el que cada vecino se encargaba de mantener limpia su parte de calle y, como quiera que por parte de las instituciones se le daba la espalda, decidieron poner manos a la obra para dignificar su vida comunitaria; hicieron frente a todos los problemas, improvisaron los servicios y el barrio se sentía orgulloso de lo que tenía, producto de su propio esfuerzo.

Ante su lamentable situación, los vecinos deciden plantarse y dar una sonoro “aldabonazo” y se unen para reivindicar que su precaria vida cambie a fin de, tan sólo parecerse, al resto de sus conciudadanos del resto de la capital de la isla, Las Palmas de Gran Canaria, a la que pertenecen; para ello, ni cortan calles, ni queman contenedores de basura -estaban por venir-, ni despotrican lo más mínimo, con algarabías y jacarandas; todo lo contrario: deciden montar un espectáculo anual: la escenificación de “La Pasión y Muerte de Jesús”. De común acuerdo, todo el pueblo y todos a una, como un Fuenteovejuna grancanario, se proponen hacerla a lo grande, al aire libre; con la intervención de más de mil participantes entre actores, actrices y figurantes; se plantea preparar las infraestructuras necesarias para acoger a unos 20.000 espectadores, pretendiendo que se perpetúe en el tiempo y que termine convirtiéndose en un evento de interés religioso, social y turístico.

La dirección recurre al texto original de Enrique Zumel, tratando de emular -salvando las diferencias-, a las míticas representaciones, algunas de ellas con siglos de existencia, que se celebran en territorio peninsular; queriendo demostrar de lo que es capaz un barrio ninguneado por mejorar sus condiciones de vida.

LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS

Isidro Gómez López: Realizador del espectáculo de La Pasión y Muerte de Jesús, además, cuidaba al máximo todos los detalles que lleva consigo el montaje de una obra donde intervienen tantos actores; Isidro era muy conocido en el ambiente cultural y festivo de la ciudad, no en vano era un excelente titiritero y marionetista creador de los guiñoles “Chopito y Chaporro”, con los que recorrió, durante años muchas fiestas populares de las islas; Las Palmas de Gran Canaria le homenajea nominando una calle a su nombre, junto a personajes de la talla de José Milllares Sall, Fachico Rojas Fariña y Josefina de la Torre, entre otros.

Del magno espectáculo se responsabilizarían las fuerzas vivas del pueblo: las directivas del Teleclub y de la Asociación de Cabezas de Familias -modelo entre las de su género-; miembros de esta Asociación, llegaron a manifestar en su día que “el Ayuntamiento llegó a no reconocerles como parte integrante del municipio de Las Palmas de Gran Canaria”, por lo que, desde su fundación en 1969, asumieron la tarea de luchar para que sus justas reivindicaciones fueran atendidas.

Isidro Gómez, sentado en uno de los pupitres de la Iglesia-Escuela, explicaba los detalles del montaje que, como primer paso y, cada año, convocaba previamente un concurso para publicar el cartel anunciador del evento que, en alguna de sus ediciones, se llegaron a presentar hasta 78 propuestas. Lo patrocinaba la Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria y se otorgaba un premio único de 10.000 pesetas, celebrándose la exposición en la sede de dicha entidad de la Calle Mayor de Triana y en el Castillo de La Luz; en 1971, el pintor Rafaely obtuvo el primer premio, mereciendo lo propio las creaciones de Rafael de Andrés en 1972 y 1973. En 1974, año en que el Concurso adquirió ámbito Regional, José Pradera sería el ganador, repitiendo premio en 1975.

La escenificación de los distintos “cuadros” de La Pasión, se desarrollaba sobre una superficie aproximada de 60.000 metros cuadrados: la montaña de los Canarios, se convertía en el Gólgota, el caserío de Las Coloradas -convenientemente disfrazado y decorado-, sería Jerusalén (Huerto de los Olivos, Palacio de Pilatos, Casa de Caifás, lugar de la Santa Cena, etc. El público se acomodaba en el campo de fútbol y sus gradas, habilitándose otros espacios para los espectadores en pie, así como para cercar los rebaños de camellos, cabras, caballos, etc.

Isidro, resaltaba algo muy peculiar: los técnicos de sonido eran los mismos de la emisora Radio Ecca, que el Ejército participaría en las escenificaciones con su Banda de Música (Cornetas y Tambores) y que, para suplir la “música en conserva”, se contaría con la valiosa colaboración de la Coral Polifónica de la Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria, bajo la dirección del maestro Falcón Sanabria.

José M. Fernández, director de La Pasión y, a su vez, del grupo de Teatro del barrio -Talía-; manifestaba que, sus principales objetivos eran los de atraer la atención hacia Las Coloradas de las autoridades y ciudadanos de las Palmas de Gran Canaria; hacer una llamada de atención hacia sus condiciones de vida y dar un aldabonazo en la conciencia de todos los que miran a Las Coloradas, olvidándose de que allí viven personas y, en segundo lugar, la de crear una tradición que perdurara en el tiempo; para ello iba a poner a disposición su experiencia y conocimientos adquiridos como profesional del teatro en las compañías de Valeriano León y Aurora Redondo, y en el Teatro Popular Español.

Manifestaba también que, al venir de vacaciones a Gran Canaria su esposa, Esther de Fernán, también actriz e intérprete de la Virgen María en varias ocasiones, se enamoró de la isla y se quedaron en Las Coloradas, contagiando inquietudes teatrales a niños y jóvenes.

De entre los actores y actrices, -bien profesionales y aficionados o vecinos de Las Coloradas, que participaron en cada una de las treinta representaciones que se celebraron durante seis años, algunas de ellas con setecientos participantes, destaca el papel de Jesús, encarnado por el actor canario Paco Acosta (1970 y 1971), que se trasladaba desde Madrid al efecto.

Difícil seguir enumerándolos a todos; ahí quedan para la historia las interpretaciones exquisitas de los que interpretaban a: la Virgen María, María Magdalena, la Verónica, Judas, Pilatos, Barrabás, Caifás, Anás, Nicodemus, José de Arimatea, Ángeles, Centuriones, Apóstoles, Romanos, Escribas, Sacerdotes y Fariseos, Soldados… Y, por supuesto, la participación de las mujeres y hombres, niñas y niños del barrio de Las Coloradas, principalmente en papeles de pastores y gentes del pueblo de Jerusalén.

José Suárez, miembro del Grupo de Teatro “Talía”, que interpretó algunas veces a Jesús (de 1972 al 1975); a la pregunta de por qué no se dejaba barba al efecto, manifestó algo que resultó bastante anecdótico: “Porque estoy haciendo el servicio militar en el Regimiento de Artillería.94 y no he querido molestar allí para que me permitiesen dejarme la barba”.

Estrella Rodríguez Domènech, vecina de Las Coloradas desde hace más de cincuenta años, recuerda la combinación social y cultural que tuvo la representación de ‘La Pasión’ en el barrio. Su participación en la obra incluyó muchos aspectos, desde la ayuda con la preparación del evento, hasta la interpretación de varios papeles en el reparto; Verónica será uno de sus personajes más recordados, pudiendo recitar hoy aún alguna de sus frases: ‘’Apartaos impíos, ni la cara de hombre le ha quedado, y todavía tiráis por él’’. La memoria de Estrella guarda gratos recuerdos de aquellos montajes teatrales que, si bien muchos de los actores y figurantes eran amateurs, la entrega y el compromiso por la obra hacía que, junto al espacio, el texto fuese aún más fidedigno, hasta el punto de ‘’un año, mientras el personaje de Cristo subía al Calvario y era azotado de manera ficticia por un soldado, un vecino de aquí, de La Isleta, saltó sobre el romano para frenar los latigazos y salvar a Jesús, era todo muy realista’’. Muchas son las historias de bambalinas que se vivieron en el barrio con motivo de la celebración de este gran evento, de cuya memoria Estrella rescata el hecho de ‘’La Pasión acababa a las tantas de la noche en el Bar de Brunito -situado donde hoy se encuentra el Restaurante El Padrino- hacía un tremendo caldero de huevos duros para dar de comer a los participantes’’.

Óscar Montesdeoca Cruz, que interpretó a Barrabás en varias ocasiones -era maquinista de rotoplana-, manifestaba lo siguiente al periodista José L. González Pérez, en entrevista de 1971 que no le gustaba el teatro, pero que si participaba en La Pasión era por el barrio y, para visibilizar la precariedad de sus vidas; y continúa: ‘’si bien la situación era inhumana, tenía a gala presumir de lo que hubieran logrado con muchísimo esfuerzo, con la unión y solidaridad de todos los vecinos y sin la ayuda de nadie”. En cuanto a la logística en el barrio, detalla, “Pagábamos a cada vecino 40,- pesetas semanales por la luz (a motor), que cuando no fallaba por un cable el motor, fallaba por la batería descargada y que funcionaba desde las 06,30 horas hasta que terminaba la programación de la televisión. También se pagaban 100 pesetas mensuales para la recogida de la basura domiciliaria; lograron que un micriobús hiciera un servicio de transporte (Las Coloradas/La Isleta), que les costaba 3,- pesetas los días laborables y 5,- los festivos; los propios vecinos nos organizábamos para comprar cubas de agua, para el suministro del hogar.’’

Las distintas representaciones de La Pasión y Muerte de Jesús, gracias a las gestiones realizadas por los miembros de la Asociación de Cabezas de Familia, tuvieron la colaboración y patrocinio del Cabildo de Gran Canaria, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, las Delegaciones Provinciales del Ministerio de Información y Turismo, el de Cultura y, la Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria.

SE INICIAN LAS OBRAS DE LA URBANIZACIÓN 

LAS COLORADAS.

Para terminar, reproducimos el texto de la nota de prensa que la Asociación de Cabezas de Familia de Las Coloradas, cursaba a toda la prensa, tres años después de iniciarse las representaciones de la Pasión y Muerte de Jesús:

El día 12 de febrero de 1973, será una fecha que quedará grabada con letras de oro, en la larga historia de este modesto barrio porteño que es Las Coloradas, pues han culminado con éxito, las largas gestiones durante años y años, de esta Asociación y por fin han empezado las obras de urbanización y esperamos verlas concluidas dentro de pocos meses si Dios quiere.

Verdaderamente era emocionante el ver a algunos vecinos que, desde muy temprano, esperaban la llegada de los tractores y camiones, aún con la duda de si lo que estaban viendo era sueño o realidad, y en el preciso momento de comenzar el movimiento de tierra, la alegría y la emoción fue tal que hubo vecinos que no pudieron contener las lágrimas, especialmente entre los más ancianos”.

Para la posteridad y para la memoria colectiva de futuras generaciones, nos queda en Las Coloradas la nomenclatura de sus calles, nominadas después de la apoteosis que supuso el desarrollo de La Pasión en el barrio, pudiendo observar la Avda. Semana de la Pasión -rotulada en 1994- y las calles María Dolorosa, Jesús Nazareno, Verónica y los apóstoles Pedro, Juan, Santiago y Mateo.

Finalmente, por nuestra parte, agradecer la valiosa colaboración de Kevin Truillo, administrador de la página de Facebook “Fotografías antiguas de Las Coloradas en Las Palmas de Gran Canaria” y de la informante Estrella Rodríguez Domènech, que interpretó en algunas ocasiones a la Verónica.

Por último, poner en valor las fuentes de las que nos hemos valido para confeccionar este trabajo, gracias a los exquisitos reportajes publicados en el periódico La Provincia, a cargo de los periodistas: José A. Alemán (diciembre de 1970); A. O’shanahan (abril de 1971) José L. González Pérez (1971) y J.M. Balbuena (marzo de 1972) y, en El Eco de Canarias, José Martín Ramos (abril de 1974).