Un maspalomero (emprendedor
profesional), adquiere y dirige un centro hotelero (Palacete de San Roque) en
Betanzos-Galicia.
Son muchos los oriundos y formados
profesionalmente en Maspalomas que triunfan allende los mares.
Por Pedro
José Franco López.
Técnico en
Patrimonio Histórico y Cultural.
Pasados 50 años de la creación de la
zona turística Maspalomas Costa Canaria, ni que decir tiene que su mayoría de
edad está más que consolidada, máxime cuando recientemente se baten records de
ocupación turística.
Todas sus excelencias ya están suficientemente
reconocidas y valoradas, por millones de visitantes, hasta el punto de que a
nivel mundial se le reconoce y se le nomina como sede del Día Mundial del
Turismo en 2012.
Muchas acciones hay que emprender
para que, de forma paralela también se
exalte y reconozca la valía humana de sus profesionales; el motivo de esta primera intentona es dejar
constancia de que si ya somos capaces de compartir nuestra experiencia
turística con otros destinos que nos quieren emular, como por ejemplo, Cabo
Verde; también Maspalomas Costa Canaria está capacitada para exportar profesionales
formados y cultivados en Maspalomas, más allá de nuestras fronteras: resto del
territorio canario, el peninsular y diversos países europeos.
Los motivos de la emigración de
tantos aventureros emprendedores, también totalmente variados; si unos lo hicieron
por superación personal, otros lo hicieron por amor, algunos porque le pedían a
la vida más de lo que en una isla se le podía ofrecer, pero eso sí: todos ellos
“colgados” de las redes sociales para no perderse ni un ápice del devenir de su
querida tierra, abanderando el nombre de Maspalomas, el de Canarias, los
colores de “la roja” y, por supuestos los amarillos.
Así tenemos una pequeña muestra del sinfín de profesionales
que le deben a Maspalomas su formación, como: Amaranto Martín Llarena en la República
checa –Praga-, como chófer. Helmut Martínez Maldonado, experto en comunicación,
en Reinbek –Alemania-. Alexis Miranda Alcántara, Animador Turístico, pero que,
con Helmut ha montado en Alemania un restaurante español, con taperío típico
canario, que tiene revolucionado al personal.
Justo Vera Medina, Recepcionista en Fuerteventura;
todo un referente de la seriedad y la profesionalidad en estado puro. Antonio
Rodríguez Hernández, excelente cocinero, en Fuerteventura. Gonzalo Martín
Farray. Oficial de Seguridad en Holanda; e innumerables profesionales más que un día
decidieron que las barreras están sólo en la mente y todos y cada uno de ellos
con una historia muy particular que contar.
Uno de ellos, por ejemplo: Alejandro
Mejías López, actualmente es director comercial de un Hotel de 30 habitaciones
en Betanzos –Galicia- (Palacete San Roque de Betanzos), un edificio noble de
principios del s.XX que Alejandro, aventurero y emprendedor, no duda en
adquirirlo, embarcándose en una de las más grandes aventuras de su vida.
Y no esconde ni reniega de nada
Alejandro: formado profesionalmente por su propia familia y, de manera
autodidacta, empieza en el mundo de la hostelería conociendo desde abajo, todas
y cada una de las profesiones hosteleras, por ejemplo: en la Cocina, en
Recepción, cargando bombonas, distribuyendo sábanas, de servicio técnico, etc. Con
todo este bagaje de conocimientos, pasó largas temporadas trabajando en hoteles
de alto standing en Suiza y Alemania.
Después de pasar por la cadena Sea Side
y Barceló, en 2008 inicia su aventura empresarial creando una empresa de gestión
comercial, prestando apoyo a todos los pequeños y medianos hoteleros que
necesitaban de una gestión e implementación comercial en sus hoteles y en sus
diferentes fases de comercialización.
Con una interminable lista de
amigos, prácticamente todos del mundo futbolístico grancanario); Alejandro fue
portero del Club Deportivo Maspalomas y farda que la Selección Nacional
Soviética le encajó “sólo” dos goles.
No nos cabe la menor duda que el
paso que ha dado últimamente Alejandro, el de invertir
En el caso que nos ocupa ahora
mismo, y seguiremos hablando de muchos de ellos, no nos duelen prendas al
afirmar que, en el exterior, en el mundo de la hostelería, brilla con luz
propia: un maspalomero. Brillan con luz propia nuestra gente.
Está muy bien esto Pedro, felicidades. Y sigue así.
ResponderEliminarSaludos.
Gonzalo