Por Pedro José Franco
López
Técnico en Patrimonio
Histórico y Cultural.
Publicado en el Periódico
“La Provincia”, el jueves, 3 de septiembre de 2015.
En los años setenta,
con tan sólo veinticinco años, fue el Teniente de Alcalde más joven de España.
Su gran frustración fue
ver cómo desaparecían todas y cada una de las viviendas rurales o labriegas de
Maspalomas.
Martín Falcón, que es
cómo se le conoce a lo largo y ancho del término municipal de San Bartolomé de
Tirajana, ya jubilado y alejado del ruido político y social en el que estuvo
inmerso durante casi cuatro décadas (37 años, para ser más exactos), con 70 años
cumplidos el pasado mes de enero, disfruta en la actualidad del paso de la
vida, rodeado de su numerosa familia. Amigos?, más bien pocos, aquellos que se
contaban por cientos y que había que ir desalojando, porque interrumpían el
paso, se han convertido en puro espejismo.
Nuestro personaje es de
esos pocos que se dan en toda sociedad, en que valen más por lo que callan que
por lo que dicen, no en vano tuvo el inmenso privilegio de vivir en primera
línea y ser testigo de excepción, de la transformación social, cultural y
económica de San Bartolomé de Tirajana en general y de Maspalomas en particular.
Y es que, entre 1971 y 2007, época de transición y de cambio de régimen
político a nivel nacional y de revueltas a nivel local (tres Mociones de
Censura en cuatro legislaturas y un sinfín de turbulencias más), dan un bagaje
personal que imprime carácter de por vida y que llenan una mochila muy difícil
de descargar, por mucho que pase el tiempo.
Si echamos un vistazo
atrás para analizar el cómo del asentamiento de la familia de Martín Falcón en
Maspalomas, vemos cómo su padre, Ignacio Martín Monzón, procedente de Santa
Brígida y conocido por todos como “Panchito el ranchero”, asume en los años 50
las responsabilidades como encargado de los aparceros del exportador Míster
Pilcher, en Maspalomas.
La norma era que,
terminada la zafra, aparceros y encargados volvieran a su pueblo de origen; Panchito
no lo entendió así y decide que su lugar estaba en la tierra que le daba el
sustento y, con su esposa María Falcón y sus hijos Antonio, Mary Carmen, Rafael
y Tere se asientan en el Lomo de Maspalomas; lugar inhóspito, polvoriento e
incómodo, que contrastaba en gran manera del vergel de Santa Brígida; tal como
contaba Juan Francisco Naranjo en su trabajo periodístico de 1991, es así como
esta familia se convierte en pionera en los asentamientos foráneos y se
integran de lleno en la consolidación de Maspalomas, primero como pueblo y,
después, como destino turístico de primer orden.
Terminada su formación
académica, se inicia en el mundo laboral y, después de cumplir con el Servicio
Militar -en la aviación-, contrae matrimonio con Carmencita Franco Hierro, hija
del alcalde y mayordomo del Conde, Marcial Franco Jiménez y de Carmen Hierro,
nieta de farero; por lo que, de alguna manera entra en un ambiente dónde toma conciencia
de la realidad social del pueblo maspalomero y su gente y empieza a germinar en
él la vocación de gestor vecinal.
Es así cómo empieza a
formar parte de directivas de Asociaciones de Vecinos, de Padres de Alumnos,
del club de Petanca, de Lucha Canaria, de Baloncesto, de Kárate, etc.; llegando
a ser Presidente del Club Deportivo Maspalomas en su fase de transición. Pero
dónde se integra de lleno es en la organización de las Fiestas Patronales de
Maspalomas, en honor a San Fernando, dónde resultó elegido presidente por
votación popular en varios años sucesivos; elecciones que se celebraban incluso
antes de la llegada de la democracia y Fiestas que siempre defendió el que no
se municipalizaran, porque perdían la frescura y la impronta popular.
Cuando le proponen ser
concejal del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, lo acepta a condición de
que su elección fuera por voto directo, como así fue; se celebraron elecciones
el 17 de noviembre de 1970 y, de entre seis candidatos, Antonio Martín Falcón y
Manuel Cabrera Hidalgo, quedan entre los dos más votados y se cubren las dos
plazas vacantes en la corporación. Es así cómo se convierte en el primer teniente
de alcalde más joven de España, con tan sólo veinticinco años de edad.
Para los más jóvenes,
aclarar que en la organización municipal de España durante el régimen
franquista, también existían las elecciones; muy “sui géneris” y sometidas a un
férreo control, pero urnas y papeletas había. Martín Falcón tiene a gala el
que, aunque sus inicios políticos se iniciaron durante el régimen franquista,
(ésta fue la época que le tocó vivir y no otra), fue elegido por voto directo
entre los vecinos Cabezas de Familia, lo que venía en denominarse “tercio
familiar”.
Ya en la era
democrática, Martín Falcón va revalidando cada cuatro años su acta de Concejal,
de la mano de UCD en 1979; y, en las sucesivas legislaturas, (salvo algunos
escarceos en Coalición Canaria y Partido Popular), la mayor parte de las veces,
formando parte del grupo independiente “Agrupación de Vecinos -AV-“. En el
transcurso de su etapa política coexiste con los alcaldes: Enrique Jorge
García, José Macías del Toro, Enrique Velando Casteleiro, Francisco-Santiago Araña del Toro, Marcial Franco Vega,
José Juan Santana Quintana y Marco Aurelio Pérez Sánchez.
De las distintas tareas
que se le encomendaron o cargos y delegaciones que ostentó durante casi
cuarenta años, nos atrevemos a destacar como una de sus principales singularidades,
la de un gran hombre conciliador; motivo por el cual, siempre era el que hacía
de bombero o apagafuegos en toda clase de conflictos, ya fueran éstos entre los
propios concejales, los sindicatos y el personal municipal o, entre Asociaciones
de Vecinos, Clubs de Pensionistas y Comisiones de Fiestas.
Evidentemente tendrá Antonio
muchos sinsabores y frustraciones, sobretodo, por lo que quiso y no pudo hacer
por su pueblo y su gente; pero le queda la satisfacción de ver cómo nació y
creció el municipio de San Bartolomé de Tirajana en infraestructuras sociales,
culturales, deportivas y, en primerísima línea ver también como tomaba forma una
zona turística de primer orden internacional: Maspalomas Costa Canaria.
Además, durante su
tiempo como concejal, vio también como se implantaban y se consolidaban para el
futuro, iniciativas o actividades como: El Rallye de Maspalomas, el Carnaval de
Maspalomas, el Torneo Internacional de Fútbol; y otras que no han corrido la
misma suerte, como: el Festival Regional de Folklore, el Festival de Cine, los
Conciertos “Atlántica” o los conciertos de la Fundación Justus Frantz en San
Fernando de Maspalomas.
Apasionado del Tiro al
Plato, intentó por todos los medios construir un Campo de Tiro municipal; la
primera intentona -fallida a su pesar-, fue en 1975 y, su ubicación iba a ser
por encima del Lomo de Maspalomas y antes de la Degollada de la Yegua. Además,
Antonio Martín nos cuenta que le causó bastante tristeza ver cómo desaparecían todas
y cada una de las viviendas rurales o labriegas de Maspalomas; “fue
una gran torpeza por parte de todos, hoy hubieran podido ser un casco antiguo
con enorme valor histórico y etnográfico”; y también la causa algo de
frustración el no haber podido lograr para Maspalomas aquel dorado sueño de un
circuito de Fórmula 1 que, para no variar, se malogró por la sobrevaloración de
los terrenos.
En lo turístico, aún
tiene enquistado el que la CUMAC no accediera a que el cantante Julio Iglesias
construyera el hotel de gran lujo que proponía en el Oasis, dónde hoy en
día, sí que se hubiera permitido.
De todas las maneras le
queda la satisfacción de que en la década de los 80, San Bartolomé de Tirajana
y Maspalomas en particular se convirtiera en referente y pioneros en toda
Canarias, con las mejores instalaciones deportivas de carácter municipal, como:
el Polideportivo de Maspalomas, con pistas de atletismo y Terrero de Lucha
Canaria y el Pabellón Cubierto de Usos Múltiples de Maspalomas.
Cuando le tocamos el
tema de las segregaciones o cambios de la capitalidad del municipio de San
Bartolomé de Tirajana, Antonio, muy discreto y prudente, manifiesta que, por
razones obvias es mucho más devoto de San Fernando que de Santiago apóstol.
ANTONIO MARTÍN FALCON. También tuvo una
vida laboral arraigada al despegue turístico de “Maspalomas Costa Canaria”.
Como no podía ser de otra manera, Martín
Falcón se curtió laboral y profesionalmente en los inicios de la zona turística
“Maspalomas Costa Canaria”; así, en 1964, trabaja de administrativo con la
empresa “Amurga”; en 1969, en el “Hotel Maspalomas Oasis” y, durante 13 años
con la entidad “Sun Club”, siempre ejerciendo las labores de administración y con
el privilegio de haber tenido como jefes a los míticos Guillermo Olózaga,
Alberto Isasi y Sven Nordlander, respectivamente.
De su experiencia en la
empresa Amurga, que explotaba los primeros Bungalows y el primer restaurante de
la zona turística; hablamos de “Los Caracoles” y “La Rotonda”, manifiesta que: “aquello
fue como volver a la escuela. Éramos muy jovencitos, con muchas ganas de
aprender y, en cierto modo, lo turístico era una novedad para todos”.
Casi al final de dejar la actividad
política se inmiscuye en el negocio de la restauración y, con su esposa y
alguno de sus hijos, montan los restaurantes “La Casa Vieja”, el “Rincón de la
Casa Vieja” y explotan en concesión por un tiempo, el Restaurante del Jardín
Canario “Viera y Clavijo”.
Sus hijos: Almudena, Marcial, Marcos,
Francisco, Antonio, Fernando y Alejandro, se desenvuelven en distintos campos
profesionales y Martín Falcón hace especial hincapié en dejar muy claro, que no
les piensa inculcar el gusanillo de la política y que no le gustaría que alguno
de ellos la ejerciera.
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