FRAGMENTO NO EDITADO EN LA COLUMNA SOBRE LA CHARLA "TOMATES Y TURISMO".
Por necesidades de espacio, este fragmento no fué editado en el artículo publicado sobre nuestra Ponencia "Tomates y Turismo" y queremos dejar constancia del mismo
Reflexionabamos sobre el cómo se llamaba "esclavitud" al trabajo aparcero de entonces y, los trabajos de las Camareras de Piso de hoy en día y, decíamos lo siguiente:
"Nuestras chicas, también se formaron, pero para Camareras
de piso. Única opción que les ofrecía la industria del progreso y el porvenir, en los años sesenta. Y, para ello se quitan el Sombrero,
la Pamela, la Manoplas y la Faltriqueras, para colocarse la cofia y unos blanquísimos
delantales.
Todo quedaba compensado por el descanso de un
trabajo con horario fijo, con un sueldo digno por aquellas fechas, que se veía
incrementado considerablemente con las propinas que les daban los clientes.
No me perdonaría llegar hasta aquí, sin volver a
recordarles lo que hablábamos sobre la "dramatización del trabajo
aparcero" y de cómo a aquello se le llama "esclavitud".
Si así era..., de qué manera hay que llamar ahora
mismo, hoy, al trabajo de las
Camareras de Piso:
Voy a utilizar palabras y términos utilizados por ellas mismas en las
redes sociales:
Ø “El ritmo de trabajo es muy intenso, exagerado, vamos
siempre a contrarreloj”.
Ø "Tenemos 4 ó 5 horas para hacer 20 habitaciones”.
Ø "Dónde se necesitan 20 camareras ahora hay 8 o
10, como mucho”.
Ø “Estamos hechas
polvo y trabajamos todos los días a fuerza de pastillas".
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