A partir de hoy empieza a escribirse la historia de Ricardo, el campanero de la antigua Iglesia de San Fernando de Maspalomas.
Ha fallecido el
Sr. Don Ricardo Fabelo Rodríguez y con él ha desaparecido uno de los personajes
populares y entrañables del panorama social maspalomero; tenía 57 años de edad,
aunque este es un dato que ni viene al caso, pues Ricardo fue el eterno niño
para todos los que le queríamos en Maspalomas; metafórica niñez, ya que en su
comportamiento, razonamientos y saber estar, fue todo un hombre, quizá un
adulto prematuro.
Ricardo vivía
últimamente en Las Remudas –Telde-, en casa de su hermana Milagros y, las
nuevas tecnologías hicieron que la noticia se propagara por todo San Fernando
de Maspalomas en la mañana del lunes, 20 de julio, que nos dejó consternados
por lo inesperado y repentino de su fallecimiento.
Múltiples van a
ser las anécdotas y leyendas urbanas que estos días se van a desgranar sobre Ricardo,
en la seguridad de que todos lo harán con una sonrisa, gran afecto y cariño y
así va a ser por muchos años. A partir de ahora es cuando se empieza a escribir
la historia de Ricardo y entre todos haremos que personajes como él, nunca se
vayan del todo. Su impronta y sus chascarrillos, surgirán en momentos puntuales
y, sobre todo, en las próximas Fiestas Patronales de Maspalomas, en honor a San
Fernando, a las que no faltaba ningún 30 de mayo; como tampoco faltaba a
cualquier evento que se celebrara en Maspalomas y, que él, como hombre del
pueblo, estimaba que debía estar presente. Tanto es así que, la última vez que
estuvo entre sus paisanos de toda la vida, fue el pasado sábado, para asistir
al concierto de Pablo Alborán.
En la actualidad
convivía con su hermana Milagros, ya dependiente, y cuatro sobrinos, uno de
ellos también con minusvalía; o sea, un hogar en el que todas las manos son
pocas, y allí estaba Ricardo para ello. Montse, que nos hace de informante para
esta columna, nos comenta que su tío Ricardo se convirtió en un colaborador incondicional
en las tareas domésticas, muy difícil de suplir.
Los ratos de
ocio los pasaba compartiendo conversación y partidas de dominó con los vecinos
del barrio por lo que, allí también, al igual que en Maspalomas, dejará una
profunda huella de ternura y afecto.
El velatorio de Ricardo tiene lugar en el
Tanatorio de la Rubiesa, en el Cruce de Melenara, de dónde saldrá el martes,
día 21 de julio, a las 16,45 hacia la Iglesia de La Pardilla, dónde se oficiará
una Misa-Funeral, con posterior incineración, a las 19,30 horas, en el
Tanatorio San Miguel, C/. Aldea Blanca, núm. 3, de Las Palmas de Gran Canaria.
Vaya desde aquí
nuestro más sentido pésame a sus hermanos, tíos, sobrinos y demás familia.
Por
Pedro José Franco López.
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