sábado, 7 de marzo de 2020

HONORES Y DISTINCIONES/2020

ENTREVISTA A PEDRO JOSÉ FRANCO LÓPEZ.

"ROQUE NUBLO GRAN CANARIA/2020

"Ha dedicado casi toda su vida al rescate y difusión, sobre todo difusión, de los acontecimientos de gran relevancia en el Sur grancanario"

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"Sin el turismo Maspalomas no es nada, nos robaron la memoria histórica"

"Quienes se benefician de Maspalomas deberían tener gestos de desagravio con nosotros, nos lo deben", destaca el creador del Festival Regional de Folclore de Maspalomas 

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Entrevista: RUBÉN TORRES.
Fotos: JUAN CASTRO.



Ha dedicado casi toda su vida al rescate y difusión de los acontecimientos de gran relevancia histórica en el Sur, donde fue técnico de Patrimonio Cultural durante 32 años. Pedro Franco (San Bartolomé de Tirajana, 1949) es autor, entre otros, de 'Maspalomas antier' y 'Maspalomas, las raíces del progreso', ambos libros declarados de Interés Turístico Nacional.

Roque Nublo Folclórico. ¿Cómo lo recibe?
 
Llega cuando planeaba cortarme la coleta y empezar a vegetar. Lo recibo con respeto, orgullo y con mucho agradecimiento. Pero también con gran compromiso, por lo que eso de cortarme la coleta lo dejaré para más adelante, ya que hay mucha tela que cortar aún y me quedan ilusión y ganas. Dedico el premio al pueblo silencioso y silenciado de la Maspalomas de los 60, 70 y 80, y a las mujeres y hombres que sacrificaron sus valores sociales y culturales, heredados de sus antepasados, y que se trastocaron en pro de la industria turística. Supuestamente, sinónimo de porvenir y progreso. 

En 1980, cuando accede al Ayuntamiento, todo estaba por hacer. 

En 1980 entré en el Ayuntamiento como auxiliar administrativo en Intervención, pero rápidamente pasé a Alcaldía. Era una época en la que no existían departamentos definidos para Turismo, Deportes, Cultura o Juventud. Acababan de celebrarse las primeras elecciones democráticas y no existía nada. Todo lo hacías por primera vez; te sentías creando, haciendo historia. Aquello no era trabajar, era otra cosa. En ese contexto es cuando nace el Carnaval o el Festival Regional de Folclore de Maspalomas de la mano de tres personas que no teníamos referentes, nadie de quien copiar. 

¿Cómo nace el festival?
 
El festival emanó del propio pueblo y eso fue lo positivo. En 1980 vienen Los Sabandeños a un concierto y en 1981 pedimos un grupo de cada isla. Araña del Toro accedió pero nos dijo que tuviéramos cuidado para no crear costumbre y que no nos viésemos obligados a continuarlo. Cuando encargamos el cartel, incluía un 'uno' en número romanos que estaba metido con calzador, pero justo ahí creamos la continuidad. El festival emana del pueblo durante 15 años siguiendo los cánones que marcó Fernando Díaz Cutillas, pues era nuestro asesor. Cuando falleció asumimos sus cánones como que los grupos fueran serios y tuvieran detrás un amplio trabajo de investigación. Así lo pudimos mantener hasta que el festival acabó municipalizándose y politizándose; entró en un declive y a alguien no le tembló la mano para acabar con él en 2012. Luego nace un híbrido al que llamaron festival insular, pero también desapareció. En 2020 tendría que haberse celebrado la edición número 40, pero no es así. Éramos el festival decano del Archipiélago; no existe hoy ningún festival que cumpla tantos años. Éramos un referente y todos los grupos tenían la honra de venir al festival de Maspalomas. 

Ya nada lo sustituye. 

No, pero desde entonces nació un semillero de festivales folclóricos por toda Canarias. 

Después de ese semillero, ¿ve necesario recuperarlo?
 
Es necesario y además lo demanda el pueblo de Maspalomas, los ciudadanos del resto de la Isla y de Canarias. Se demanda porque nunca tuvimos la vocación de ser internacionales; siempre quisimos conservar el término 'regional' para ser, de los festivales regionales, el mejor. Pero no el mejor en volumen, sino en rigor, respeto a las tradiciones y que el canto y la vestimenta fuese lo más fiel posible. 

¿De dónde le viene su vocación de servicio público? 

Con 15 años ya dirigía un grupo de teatro en Maspalomas y también colaboraba con la parroquia para que la juventud de Maspalomas tuviera algo. Hay que tener en cuenta que en los 60 la civilización o el mundo conocido terminaba en Telde o Agüimes y todo el sur de Gran Canaria era una especie de isla dentro de otra isla. Éramos estériles y áridos en lo social, cultural y deportivo. Esos Quijotes entre los que me incluyo hicimos historia; pero una vez jubilado, después de 32 años de tu vida trabajando en Turismo, Festejos, Cultura, Patrimonio o Jefe de Protocolo se te llena una mochila de la cual es muy difícil desprenderse y quieres darla a conocer a la gente. Si tienes vocación de servicio no tienes por qué ser político para ejercerla. 

Comentó que el festival no tenía afán internacional. El turista que visita hoy la Isla, ¿se va conociendo un poco de nuestras costumbres?
 
Desde 1964, millones de turistas han venido a Maspalomas y han vuelto a su país de origen sin tener absoluta idea de dónde estuvieron. Tenemos la Casa de Los Yánez en Tunte y el Museo Condal en Juan Grande, pero en Maspalomas no hay ningún museo donde los turistas puedan conocer los usos y las costumbres de la población de Maspalomas. Pero tampoco es correcto pasear a los grupos de folclore por los hoteles. Soy partidario de tener un espacio como el Pueblo Canario donde se realicen las actuaciones y que los turistas interesados se acerquen a verlo. 

¿Diría que Maspalomas conserva costumbres o ha perdido su identidad?
 
Un tractor derribó todas las casas en los años 60. Aquella Maspalomas silenciada tuvo mucho que sacrificar por la implantación de la industria turística en la puerta de su casa. Ahí se arrasó Maspalomas; porque era un pueblo como cualquier pueblo canario: un terreno salpicado de viviendas con usos, costumbres y modos. Por supuesto que tenemos una historia que contar. El problema es que a día de hoy nuestros jóvenes no tienen ni idea de qué era Maspalomas, piensan que siempre fue un terreno lleno de hoteles. Hago una crítica constructiva: todas las instituciones públicas y privadas que se benefician del Sur deberían de tener gestos de desagravios para con esta población, porque por cuenta de esa gran industria se fue al garete nuestra historia. Con el poblado de San Fernando, cuando por fin nos íbamos a convertir en un pueblo y en una sociedad, nacen guetos como la urbanización San Fernando, Las Farolas, Las Palmeras, el Patronato?y ahí no hay pueblo que valga; se truncó la posibilidad de que Maspalomas se convirtiera en un pueblo normal y corriente. Ahora se demanda que se convierta en una ciudad. ¿Cómo se convierte en ciudad algo que ni siquiera se realizó como pueblo? Nuestro arraigo habría que fabricarlo. 

¿Un hito de la historia de Maspalomas que no sea el turismo ni la participación en el alunizaje?
 
Tenemos vestigios de la época aborigen. El yacimiento de Punta Mujeres es una prueba de que en Maspalomas había movimiento desde entonces. Otra prueba: el yacimiento con el mayor número de cuerpos de todas las islas se halló aquí, con 144 cadáveres que ahora mismo están en Las Palmas de Gran Canaria; nos quedamos sin nuestro mayor vestigio de la consolidación de nuestra historia, que era la necrópolis. La ermita antigua de San Fernando es de 1631, y eso nos da casi cuatro siglos de actividad agrícola en este pueblo. 

Si hoy quitamos el turismo, ¿qué es Maspalomas?
 
Nada, porque ni memoria histórica tenemos, nos la robaron. Nos robaron el pueblo ante nuestras narices. 

Hace unas semanas, varios expertos afirmaron que el BIC de Maspalomas carece de rigor histórico, ¿qué opina?
 
Estamos en manos de los informes. ¿Cómo vamos a echar por tierra algo que llevamos divulgando durante años? Hablan solo del paso de Cristóbal Colón, pero hay motivos más que suficientes para que el oasis sea declarado BIC por la propia naturaleza que conserva. 

¿Qué expectativas tiene del futuro?
 
Debe haber voluntad para transmitir nuestros valores a los que vienen. A todos los mayores deberían sacarnos todo lo que tenemos dentro, grabarlo y conservarlo. Dejar aquí lo que saben los mayores, porque eso no lo almacena ninguna biblioteca. El futuro es escribir, digitalizar y poner al alcance de los jóvenes quiénes éramos, porque en Maspalomas antes de ser turísticos fuimos pastores, pescadores y agricultores. 

Ha escrito varios libros y publicaciones. ¿Qué le queda?
 
Estos libros ya no existen y el que tiene alguno lo atesora como oro en paño. Hay verdade- ra hambre en la calle de publi-caciones como estas, pero no voy a volver a arriesgarme a publicar libros por mi cuenta. Hay un plan, que es meter en una cubitera Maspalomas Antier y Maspalomas, las raíces del progreso, agitarla y que salga un dos en uno llamado Maspalomas Ayer.

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