ENTREVISTA A PEDRO JOSÉ FRANCO LÓPEZ.
"ROQUE NUBLO GRAN CANARIA/2020
"Ha dedicado casi toda su vida al rescate y difusión, sobre todo difusión, de los acontecimientos de gran relevancia en el Sur grancanario"
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"Sin el turismo
Maspalomas no es nada, nos robaron la memoria histórica"
"Quienes se benefician de Maspalomas deberían
tener gestos de desagravio con nosotros, nos lo deben", destaca el creador
del Festival Regional de Folclore de Maspalomas
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Entrevista: RUBÉN TORRES.
Fotos: JUAN CASTRO.
Ha dedicado
casi toda su vida al rescate y difusión de los acontecimientos de gran
relevancia histórica en el Sur, donde fue técnico de Patrimonio Cultural
durante 32 años. Pedro Franco (San Bartolomé de Tirajana, 1949) es autor, entre
otros, de 'Maspalomas antier' y 'Maspalomas, las raíces del progreso', ambos
libros declarados de Interés Turístico Nacional.
Roque Nublo
Folclórico. ¿Cómo lo recibe?
Llega cuando
planeaba cortarme la coleta y empezar a vegetar. Lo recibo con respeto, orgullo
y con mucho agradecimiento. Pero también con gran compromiso, por lo que eso de
cortarme la coleta lo dejaré para más adelante, ya que hay mucha tela que
cortar aún y me quedan ilusión y ganas. Dedico el premio al pueblo silencioso y
silenciado de la Maspalomas de los 60, 70 y 80, y a las mujeres
y hombres que sacrificaron sus valores sociales y culturales, heredados de sus
antepasados, y que se trastocaron en pro de la industria turística.
Supuestamente, sinónimo de porvenir y progreso.
En 1980,
cuando accede al Ayuntamiento, todo estaba por hacer.
En 1980
entré en el Ayuntamiento como auxiliar administrativo en Intervención, pero
rápidamente pasé a Alcaldía. Era una época en la que no existían departamentos
definidos para Turismo, Deportes, Cultura o Juventud. Acababan de celebrarse
las primeras elecciones democráticas y no existía nada. Todo lo hacías por
primera vez; te sentías creando, haciendo historia. Aquello no era trabajar,
era otra cosa. En ese contexto es cuando nace el Carnaval o el Festival Regional de Folclore
de Maspalomas de la mano de tres personas que no teníamos referentes, nadie de
quien copiar.
¿Cómo nace
el festival?
El festival
emanó del propio pueblo y eso fue lo positivo. En 1980 vienen Los Sabandeños a
un concierto y en 1981 pedimos un grupo de cada isla. Araña del Toro accedió
pero nos dijo que tuviéramos cuidado para no crear costumbre y que no nos
viésemos obligados a continuarlo. Cuando encargamos el cartel, incluía un 'uno'
en número romanos que estaba metido con calzador, pero justo ahí creamos la
continuidad. El festival emana del pueblo durante 15 años siguiendo los cánones
que marcó Fernando Díaz Cutillas, pues era nuestro asesor. Cuando falleció
asumimos sus cánones como que los grupos fueran serios y tuvieran detrás un
amplio trabajo de investigación. Así lo pudimos mantener hasta que el festival
acabó municipalizándose y politizándose; entró en un declive y a alguien no le
tembló la mano para acabar con él en 2012. Luego nace un híbrido al que
llamaron festival insular, pero también desapareció. En 2020 tendría que
haberse celebrado la edición número 40, pero no es así. Éramos el festival
decano del Archipiélago; no existe hoy ningún festival que cumpla tantos años.
Éramos un referente y todos los grupos tenían la honra de venir al festival de
Maspalomas.
Ya nada lo
sustituye.
No, pero
desde entonces nació un semillero de festivales folclóricos por toda Canarias.
Después de
ese semillero, ¿ve necesario recuperarlo?
Es necesario
y además lo demanda el pueblo de Maspalomas, los ciudadanos del resto de la
Isla y de Canarias. Se demanda porque nunca tuvimos la vocación de ser
internacionales; siempre quisimos conservar el término 'regional' para ser, de
los festivales regionales, el mejor. Pero no el mejor en volumen, sino en
rigor, respeto a las tradiciones y que el canto y la vestimenta fuese lo más
fiel posible.
¿De dónde le
viene su vocación de servicio público?
Con 15 años
ya dirigía un grupo de teatro en Maspalomas y también colaboraba con la
parroquia para que la juventud de Maspalomas tuviera algo. Hay que tener en
cuenta que en los 60 la civilización o el mundo conocido terminaba en Telde o
Agüimes y todo el sur de Gran Canaria era una especie de isla dentro de otra
isla. Éramos estériles y áridos en lo social, cultural y deportivo. Esos
Quijotes entre los que me incluyo hicimos historia; pero una vez jubilado,
después de 32 años de tu vida trabajando en Turismo, Festejos, Cultura, Patrimonio o
Jefe de Protocolo se te llena una mochila de la cual es muy difícil
desprenderse y quieres darla a conocer a la gente. Si tienes vocación de
servicio no tienes por qué ser político para ejercerla.
Comentó que
el festival no tenía afán internacional. El turista que visita hoy la Isla, ¿se
va conociendo un poco de nuestras costumbres?
Desde 1964,
millones de turistas han venido a Maspalomas y han vuelto a su país de origen
sin tener absoluta idea de dónde estuvieron. Tenemos la Casa de Los Yánez en
Tunte y el Museo Condal en Juan Grande, pero en Maspalomas no hay ningún
museo donde los turistas puedan conocer los usos y las costumbres de la
población de Maspalomas. Pero tampoco es correcto pasear a los grupos de
folclore por los hoteles. Soy partidario de tener un espacio como el Pueblo
Canario donde se realicen las actuaciones y que los turistas interesados se
acerquen a verlo.
¿Diría que
Maspalomas conserva costumbres o ha perdido su identidad?
Un tractor
derribó todas las casas en los años 60. Aquella Maspalomas silenciada tuvo
mucho que sacrificar por la implantación de la industria turística en la puerta
de su casa. Ahí se arrasó Maspalomas; porque era un pueblo como cualquier
pueblo canario: un terreno salpicado de viviendas con usos, costumbres y modos.
Por supuesto que tenemos una historia que contar. El problema es que a día de
hoy nuestros jóvenes no tienen ni idea de qué era Maspalomas, piensan que
siempre fue un terreno lleno de hoteles. Hago una crítica constructiva: todas
las instituciones públicas y privadas que se benefician del Sur deberían de
tener gestos de desagravios para con esta población, porque por cuenta de esa
gran industria se fue al garete nuestra historia. Con el poblado de San
Fernando, cuando por fin nos íbamos a convertir en un pueblo y en una sociedad,
nacen guetos como la urbanización San Fernando, Las Farolas, Las Palmeras, el
Patronato?y ahí no hay pueblo que valga; se truncó la posibilidad de que
Maspalomas se convirtiera en un pueblo normal y corriente. Ahora se demanda que
se convierta en una ciudad. ¿Cómo se convierte en ciudad algo que ni siquiera
se realizó como pueblo? Nuestro arraigo habría que fabricarlo.
¿Un hito de
la historia de Maspalomas que no sea el turismo ni la participación en el
alunizaje?
Tenemos
vestigios de la época aborigen. El yacimiento de Punta Mujeres es una prueba de
que en Maspalomas había movimiento desde entonces. Otra prueba: el yacimiento
con el mayor número de cuerpos de todas las islas se halló aquí, con 144
cadáveres que ahora mismo están en Las Palmas de Gran Canaria; nos quedamos sin
nuestro mayor vestigio de la consolidación de nuestra historia, que era la
necrópolis. La ermita antigua de San Fernando es de 1631, y eso nos da casi
cuatro siglos de actividad agrícola en este pueblo.
Si hoy
quitamos el turismo, ¿qué es Maspalomas?
Nada, porque
ni memoria histórica tenemos, nos la robaron. Nos robaron el pueblo ante
nuestras narices.
Hace unas
semanas, varios expertos afirmaron que el BIC de Maspalomas carece de rigor
histórico, ¿qué opina?
Estamos en
manos de los informes. ¿Cómo vamos a echar por tierra algo que llevamos
divulgando durante años? Hablan solo del paso de Cristóbal Colón, pero hay
motivos más que suficientes para que el oasis sea declarado BIC por la propia naturaleza
que conserva.
¿Qué
expectativas tiene del futuro?
Debe haber
voluntad para transmitir nuestros valores a los que vienen. A todos los mayores
deberían sacarnos todo lo que tenemos dentro, grabarlo y conservarlo. Dejar
aquí lo que saben los mayores, porque eso no lo almacena ninguna biblioteca. El
futuro es escribir, digitalizar y poner al alcance de los jóvenes quiénes
éramos, porque en Maspalomas antes de ser turísticos fuimos pastores,
pescadores y agricultores.
Ha escrito
varios libros y publicaciones. ¿Qué le queda?
Estos libros
ya no existen y el que tiene alguno lo atesora como oro en paño. Hay verdade-
ra hambre en la calle de publi-caciones como estas, pero no voy a volver a
arriesgarme a publicar libros por mi cuenta. Hay un plan, que es meter en una
cubitera Maspalomas Antier y Maspalomas, las raíces del progreso,
agitarla y que salga un dos en uno llamado Maspalomas Ayer.
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