sábado, 1 de febrero de 2020

ANTONIO MARTÍN FALCÓN, CONDECORADO CON LA DISTINCIÓN "POPULAR DE LEYENDA"

NUESTRAS FELICITACIONES A ANTONIO MARTÍN FALCÓN, POR LA CONCESIÓN DE LA DISTINCIÓN "POPULAR DE LEYENDA

Por Pedro José Franco López
Presidente de la Asociación "Amigos de Maspalomas"

Premio "RAÍCES/2019", por el Iltre. Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana

Antonio Martín Falcón, que ejerció la política durante 40 años en San Bartolomé de Tirajana, en los años setenta, con tan sólo veinticinco años, fue el Teniente de Alcalde más joven de España.

El pasado 31 de enero, en el transcurso de un solemne acto, fueron condecorados con la distinción de "Popular de Leyenda -ejemplo a seguir-" un representante por cada uno de los veintiún -21- municipios de la isla de Gran Canaria, y Antonio Martín Falcón la recibe por el municipio de San Bartolomé de Tirajana de manos de la Presidenta Autonómica del PP: Australia Navarro y ante la presencia la ex-Presidenta del Congreso Ana Pastor y el Presidente Insular del PP: Poli Suárez.



(*)Con tal motivo reeditamos el artículo-reportaje que se publicó en La Provincia/Diario de Las Palmas y la Entrada de Blog de 3 de septiembre de 2015.

ANTONIO MARTÍN FALCÓN, EJERCIÓ LA POLÍTICA DURANTE 40 AÑOS.


En los años setenta, con tan sólo veinticinco años, fue el Teniente de Alcalde más joven de España.

Su gran frustración fue ver cómo desaparecían todas y cada una de las viviendas rurales o labriegas de Maspalomas.


Martín Falcón, que es cómo se le conoce a lo largo y ancho del término municipal de San Bartolomé de Tirajana, ya jubilado y alejado del ruido político y social en el que estuvo inmerso durante casi cuatro décadas (37 años, para ser más exactos), con 70 años cumplidos el pasado mes de enero, disfruta en la actualidad del paso de la vida, rodeado de su numerosa familia. Amigos?, más bien pocos, aquellos que se contaban por cientos y que había que ir desalojando, porque interrumpían el paso, se han convertido en puro espejismo.

Nuestro personaje es de esos pocos que se dan en toda sociedad, en que valen más por lo que callan que por lo que dicen, no en vano tuvo el inmenso privilegio de vivir en primera línea y ser testigo de excepción, de la transformación social, cultural y económica de San Bartolomé de Tirajana en general y de Maspalomas en particular. Y es que, entre 1971 y 2007, época de transición y de cambio de régimen político a nivel nacional y de revueltas a nivel local (tres Mociones de Censura en cuatro legislaturas y un sinfín de turbulencias más), dan un bagaje personal que imprime carácter de por vida y que llenan una mochila muy difícil de descargar, por mucho que pase el tiempo.

Si echamos un vistazo atrás para analizar el cómo del asentamiento de la familia de Martín Falcón en Maspalomas, vemos cómo su padre, Ignacio Martín Monzón, procedente de Santa Brígida y conocido por todos como “Panchito el ranchero”, asume en los años 50 las responsabilidades como encargado de los aparceros del exportador Míster Pilcher, en Maspalomas.

La norma era que, terminada la zafra, aparceros y encargados volvieran a su pueblo de origen; Panchito no lo entendió así y decide que su lugar estaba en la tierra que le daba el sustento y, con su esposa María Falcón y sus hijos Antonio, Mary Carmen, Rafael y Tere se asientan en el Lomo de Maspalomas; lugar inhóspito, polvoriento e incómodo, que contrastaba en gran manera del vergel de Santa Brígida; tal como contaba Juan Francisco Naranjo en su trabajo periodístico de 1991, es así como esta familia se convierte en pionera en los asentamientos foráneos y se integran de lleno en la consolidación de Maspalomas, primero como pueblo y, después, como destino turístico de primer orden.

Terminada su formación académica, se inicia en el mundo laboral y, después de cumplir con el Servicio Militar -en la aviación-, contrae matrimonio con Carmencita Franco Hierro, hija del alcalde y mayordomo del Conde, Marcial Franco Jiménez y de Carmen Hierro, nieta de farero; por lo que, de alguna manera entra en un ambiente dónde toma conciencia de la realidad social del pueblo maspalomero y su gente y empieza a germinar en él la vocación de gestor vecinal.

Es así cómo empieza a formar parte de directivas de Asociaciones de Vecinos, de Padres de Alumnos, del club de Petanca, de Lucha Canaria, de Baloncesto, de Kárate, etc.; llegando a ser Presidente del Club Deportivo Maspalomas en su fase de transición. Pero dónde se integra de lleno es en la organización de las Fiestas Patronales de Maspalomas, en honor a San Fernando, dónde resultó elegido presidente por votación popular en varios años sucesivos; elecciones que se celebraban incluso antes de la llegada de la democracia y Fiestas que siempre defendió el que no se municipalizaran, porque perdían la frescura y la impronta popular.

Cuando le proponen ser concejal del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, lo acepta a condición de que su elección fuera por voto directo, como así fue; se celebraron elecciones el 17 de noviembre de 1970 y, de entre seis candidatos, Antonio Martín Falcón y Manuel Cabrera Hidalgo, quedan entre los dos más votados y se cubren las dos plazas vacantes en la corporación. Es así cómo se convierte en el primer teniente de alcalde más joven de España, con tan sólo veinticinco años de edad.

Para los más jóvenes, aclarar que en la organización municipal de España durante el régimen franquista, también existían las elecciones; muy “sui géneris” y sometidas a un férreo control, pero urnas y papeletas había. Martín Falcón tiene a gala el que, aunque sus inicios políticos se iniciaron durante el régimen franquista, (ésta fue la época que le tocó vivir y no otra), fue elegido por voto directo entre los vecinos Cabezas de Familia, lo que venía en denominarse “tercio familiar”.

Ya en la era democrática, Martín Falcón va revalidando cada cuatro años su acta de Concejal, de la mano de UCD en 1979; y, en las sucesivas legislaturas, (salvo algunos escarceos en Coalición Canaria y Partido Popular), la mayor parte de las veces, formando parte del grupo independiente “Agrupación de Vecinos -AV-“. En el transcurso de su etapa política coexiste con los alcaldes: Enrique Jorge García, José Macías del Toro, Enrique Velando Casteleiro, Francisco-Santiago Araña del Toro, Marcial Franco Vega, José Juan Santana Quintana y Marco Aurelio Pérez Sánchez.

De las distintas tareas que se le encomendaron o cargos y delegaciones que ostentó durante casi cuarenta años, nos atrevemos a destacar como una de sus principales singularidades, la de un gran hombre conciliador; motivo por el cual, siempre era el que hacía de bombero o apagafuegos en toda clase de conflictos, ya fueran éstos entre los propios concejales, los sindicatos y el personal municipal o, entre Asociaciones de Vecinos, Clubs de Pensionistas y Comisiones de Fiestas.


Evidentemente tendrá Antonio muchos sinsabores y frustraciones, sobretodo, por lo que quiso y no pudo hacer por su pueblo y su gente; pero le queda la satisfacción de ver cómo nació y creció el municipio de San Bartolomé de Tirajana en infraestructuras sociales, culturales, deportivas y, en primerísima línea ver también como tomaba forma una zona turística de primer orden internacional: Maspalomas Costa Canaria.

Además, durante su tiempo como concejal, vio también como se implantaban y se consolidaban para el futuro, iniciativas o actividades como: El Rallye de Maspalomas, el Carnaval de Maspalomas, el Torneo Internacional de Fútbol; y otras que no han corrido la misma suerte, como: el Festival Regional de Folklore, el Festival de Cine, los Conciertos “Atlántica” o los conciertos de la Fundación Justus Frantz en San Fernando de Maspalomas.


Apasionado del Tiro al Plato, intentó por todos los medios construir un Campo de Tiro municipal; la primera intentona -fallida a su pesar-, fue en 1975 y, su ubicación iba a ser por encima del Lomo de Maspalomas y antes de la Degollada de la Yegua. Además, Antonio Martín nos cuenta que le causó bastante tristeza ver cómo desaparecían todas y cada una de las viviendas rurales o labriegas de Maspalomas; “fue una gran torpeza por parte de todos, hoy hubieran podido ser un casco antiguo con enorme valor histórico y etnográfico”; y también la causa algo de frustración el no haber podido lograr para Maspalomas aquel dorado sueño de un circuito de Fórmula 1 que, para no variar, se malogró por la sobrevaloración de los terrenos.

En lo turístico, aún tiene enquistado el que la CUMAC no accediera a que el cantante Julio Iglesias construyera el hotel de gran lujo que proponía en el Oasis, dónde hoy en día,  sí que se hubiera permitido.

De todas las maneras le queda la satisfacción de que en la década de los 80, San Bartolomé de Tirajana y Maspalomas en particular se convirtiera en referente y pioneros en toda Canarias, con las mejores instalaciones deportivas de carácter municipal, como: el Polideportivo de Maspalomas, con pistas de atletismo y Terrero de Lucha Canaria y el Pabellón Cubierto de Usos Múltiples de Maspalomas.

Cuando le tocamos el tema de las segregaciones o cambios de la capitalidad del municipio de San Bartolomé de Tirajana, Antonio, muy discreto y prudente, manifiesta que, por razones obvias es mucho más devoto de San Fernando que de Santiago apóstol.

ANTONIO MARTÍN FALCON. También tuvo una vida laboral arraigada al despegue turístico de “Maspalomas Costa Canaria”. 

Como no podía ser de otra manera, Martín Falcón se curtió laboral y profesionalmente en los inicios de la zona turística “Maspalomas Costa Canaria”; así, en 1964, trabaja de administrativo con la empresa “Amurga”; en 1969, en el “Hotel Maspalomas Oasis” y, durante 13 años con la entidad “Sun Club”, siempre ejerciendo las labores de administración y con el privilegio de haber tenido como jefes a los míticos Guillermo Olózaga, Alberto Isasi y Sven Nordlander, respectivamente. 

De su experiencia en la empresa Amurga, que explotaba los primeros Bungalows y el primer restaurante de la zona turística; hablamos de “Los Caracoles” y “La Rotonda”, manifiesta que: “aquello fue como volver a la escuela. Éramos muy jovencitos, con muchas ganas de aprender y, en cierto modo, lo turístico era una novedad para todos”. 

Casi al final de dejar la actividad política se inmiscuye en el negocio de la restauración y, con su esposa y alguno de sus hijos, montan los restaurantes “La Casa Vieja”, el “Rincón de la Casa Vieja” y explotan en concesión por un tiempo, el Restaurante del Jardín Canario “Viera y Clavijo”.



Sus hijos: Almudena, Marcial, Marcos, Francisco, Antonio, Fernando y Alejandro, se desenvuelven en distintos campos profesionales y Martín Falcón hace especial hincapié en dejar muy claro, que no les piensa inculcar el gusanillo de la política y que no le gustaría que alguno de ellos la ejerciera.



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